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Las letras adquiridas por extranjeros, sujetas a retención

El Ministerio de Economía y Hacienda decidió poner una retención fiscal sobre las letras del Tesoro adquiridas por extranjeros, según fuentes del mismo.

La retención, por tratarse de activos emitidos al, descuento y por tanto con rentabilidad implícita que se percibe al finalizar la operación, se aplicará al liquidar la misma, es decir, a su vencimiento.

Las entidades delegadas que operen en estos activos deberán informar sobre el origen del sujeto fiscal, y se aplicará en los casos de tratado de doble imposición el tipo fiscal del país de residencia del inversor. El tipo medio en los casos en los que haya tratado es del 10%

Los inversores españoles no se veran sujetos a esta fiscalidad, ya que las entidades delegadas registran a los inversores nacionales, quienes tienen obligación de liquidar el impuesto a las rentas de capital con un tipo del 20% al finalizar la inversión.

Los inversores extranjeros incumplen masivamente las normas fiscales sobre las letras, y en Hacienda se debatió el tema de la retención intensamente en los últimos dos meses. En principio, Economía se mostraba reticente, en particular por el encarecimiento de la financiación obtenida por esta vía para el Tesoro, y en segundo lugar, por generar diferencias con el coste de financiación que otros Estados soberanos podrían obtener en nuestro propio mercado.

Las emisiones soberanas están exceptuadas de las retenciones fiscales. Un país europeo que decidiera financiarse en pesetas y obtuviera recursos, por ejemplo, con los bonos matador, podría obtener pesetas a menor precio que el Tesoro español.

Presión sobre la peseta

Sin embargo, la presión sobre la peseta que representa el flujo de capitales hacia nuestro país atraído por el diferencial de tipos de interés y absorbido parcialmente por las letras del Tesoro ha motivado la decisión de Economía.Según fuentes de Economía, el volumen de letras del Tesoro en manos de extranjeros asciende a 160.000 millones de pesetas, cifra considerada baja si se compara con el saldo vivo de este activo, cercano a los cuatro billones de pesetas.

Para Economía, la aplicación de una retención a los no residentes sobre las letras clarificará el mercado y evitará las fuertes especulaciones en torno al nivel de esa eventual fiscalidad, ahuyentando los temores que ese activo despertó recientemente entre los inversores extranjeros.

El tramo más difícil de controlar de la inversión en letras es el de los pactos de recompra, en el cual, pese a su prohibición -por ser el plazo menor de un año-, operan los extranjeros. El resultado de la retención puede llevar a eliminar la inversión extranjera en repos, cuyo volumen no está cuantificado.

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