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La directiva del Español mantiene la confianza en Clemente hasta el partido frente al Barcelona

J. M. S. La directiva del Español no se ha planteado, hasta el momento, la destitución del técnico Javier Clemente, a pesar de la grave situación del equipo, que es penúltimo d en la clasificación y suma nueve negativos. El partido frente al Barcelona, que se disputará el próximo día 29, es clave para el futuro del Español y de Clemente. Una derrota escandalosa podría hacer variar la opinión del presidente blanquiazul, Antoni Baró, que se ha erigido en un defensor a ultranza del técnico vasco.

A pesar de que los intermediarios comienzan a pulular por Sarriá para ofrecer su mercancía, lo cierto es que en la directiva blanquiazul todavía no se ha debatido la posibilidad de prescindir de Clemente, cuya labor no ha sido puesta en tela de juicio por el presidente Baró."El único sustituto de Clemente es el propio Clemente", manifestó ayer a este diario una persona próxima al presidente Baró. "Tiene carisma y es capaz de salir de esta situación tan difícil; lo que pasa es que está tan preocupado como todos nosotros". La tesis de Baró en el sentido de que el técnico vasco es el único hombre válido para superar la crisis es compartida por sus hombres de confianza, pero no por todos los miembros de su directiva, que no se atreven a discrepar públicamente por "temor a represalias", según confesión de uno de ellos. "Todos estamos asustados y más de uno cree que Clemente ha comenzado a dar signos de desorientación con tantos cambios de alineación".

El empate

En principio, Baró y sus directivos se han fijado como fecha límite el encuentro frente al Barcelona, que se disputa el próximo día 29, en Sarrià. El empate sería dado por bueno, pero una derrota estrepitosa podría hacer variar de planes a Baró, que en ningún momento ha dado signos de querer dejar el cargo.

El problema que encontrará Baró si desea prescindir de Clemente es que éste no parece dispuesto a renunciar a su puesto de trabajo. El entrenador blanquiazul ha dejado bien claro, en repetidas ocasiones, que él no dará ninguna facilidad si quieren sustituirle. Esto significa que el Español tendría que abonarle 60 millones de pesetas, según lo pactado en su contrato, que oficialmente finaliza el 30 de junio de 1990.

Clemente se encuentra a gusto en Barcelona e incluso, hasta hace pocos días, estuvo planificando la próxima temporada. Para él "representa un reto salir del pozo en el que nos hemos metido" y asegura que no le asusta su futuro. "No puedo negar que estoy muy preocupado, pero estoy convencido de que mis hombres son algo más de lo que han demostrado hasta el momento".

El partido frente al Barcelona, curiosamente, no es de importancia capital para el técnico vasco. "Con un equipo en buenas condiciones anímicas es factible contrarrestar su táctica, pero a mi me preocupa mas lo que vendrá después. Vamos a tener que disputar final tras final".

Pero antes de la visita del Barça, el Español viajará a Málaga, donde el próximo domingo se enfrentará al conjunto andaluz, en eliminatoria de la Copa del Rey. Clemente ya ha dejado bien claro que, a pesar de la situación del equipo, no va tirar la eliminatoria. "Nada mejor para recobrar la moral que conseguir allí un buen resultado".

La directiva blanquiazul no tiene previsto contratar a ningún nuevo jugador para solventar la crisis, salvo el soviético Vasili Rats. El gerente del club viajó ayer hacia Stuttgart para entrevistarse con los representantes del jugador y realizar un último intento. Las posibilidades de que Rats se incorpore inmediatamente son remotas.

Como remotas son también las posibilidades de que la cifra de socios se incremente. Según fuentes del club, la renovación de carnes, iniciada a principios de este mes, es muy inferior a la esperada.

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