_
_
_
_
_

Unánime reacción contra ETA de concejales de Guipúzcoa y Pamplona

M. MUEZ / J. L. BARBERÍA, La capilla ardiente del guardia civil Julio Gangoso, asesinado el domingo por la noche en Pamplona, fue instalada ayer en el Ayuntamiento de la ciudad, gesto inusual en estos casos, ya que los féretros suelen instalarse en los gobiernos civiles. Los grupos municipales pamploneses con excepción de Herri Batasuna, aprobaron una moción de condena. Asimismo, los ayuntamientos guipuzcoanos de Zumárraga, Legazpia, Urretxu y Ezkio aprobaron, con excepción de HB, una moción dirigida a ETA, en la que se afirma que el atentado en el que falleció el ertzaina Juan José Pacheco es un ataque directo a Euskadi.

Luis Roldán, director de la Guardia Civil, declaró al término de los funerales celebrados en Pamplona que "no existe posibilidad de negociación, con ETA mientras haya muertos y atentados". Roldán fue insultado por algunas personas al término de los oficios religiosos.El féretro con los, restos mortales del guardia civil -conductor de la tanqueta contra la que se produjo el atentado con un coche bomba- fueron trasladados desde el Ayuntamiento a la iglesia, entre cerradas ovaciones del público congregado en la calle, a hombros de dos policías nacionales, dos guardias civiles y dos policías municipales. A los actos asistió, entre otras personalidades, el presidente del Gobierno de Navarra, Gabriel Urralburu.

El Ayuntamiento de Pamplona celebró un pleno al que asistieron todos los grupos municipales, incluido HB. La corporación aprobó, con la abstención de HB, un acuerdo de condena y repulsa de la violencia de ETA en el que se señala el "apoyo expreso" a los mandos y miembros de la Guardia Civil y a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado "por su labor en defensa de todos los ciudadanos".

El concejal Elías Antón, portavoz de HB, leyó una nota en la que se decía que para ese partido "la muerte de cualquier persona es dolorosa y traumática", y se insistía en la necesidad de conseguir la paz con la negociación entre ETA y el Estado.

Cinco miembros de la Guardia Civil heridos en el atentado fueron dados de alta a lo largo de la mañana de ayer. Todavía permanecen ingresados con pronóstico grave Vicente Ollero Montes, con fractura en clavícula derecha y en ambas rótulas, así como Javier Montoya Martínez, que fue operado de las dos rótulas.

También ayer se celebró en Tolosa el funeral por el ertzaina Juan José Pacheco, con asistencia del lehendakari, José Antonio Ardanza, el delegado del Gobierno en el País Vasco, y el nuevo director de la Erztaintza.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Ayer por la mañana estalló un nuevo artefacto en la entrada del túnel ferroviario que une la estación de Bríncola con Legazpia lugar donde murió el pasado domingo el miembro de la Ertzaintza.

Mensaje del obispo Setién

El sacerdote que ofició la ceremonia leyó en la homilía un escrito de José María Setién, obispo de San Sebastián, en el que éste señala: "Queremos conseguir la paz en la justicia, no en el crimen, ni en la negociación a precio de sangre. No queremos ni podemos aceptar que la vida humana sea puesta como precio de los objetivos de un grupo determinado".

José Antonio Ardanza se preguntó ayer, al término del funeral, si los dirigentes de HB estaban al tanto del atentado, cuando el pasado domingo en Bilbao afirmaron que al Gobierno se le está acabando el tiempo.

Las corporaciones municipales de las localidades guipuzcoanas de Zumárraga, Legazpia, Urretxu y Ezkio aprobaron, sin el apoyo de los concejales de HB, una moción dirigida a ETA en la que se afirma que el atentado es un ataque directo a Euskadi y a sus instituciones.

También los ayuntamientos de Tolosa y de Lazkao, poblaciones en las que residió la víctima denunciaron ayer el nuevo atentado. La corporación de la localidad de Tolosa invitó a la población a expresar su rechazo a ETA, en un comunicado en el que señala que la organización terrorista ha vuelto a manifestar su desprecio por la voluntad del pueblo vasco. En el escrito se indica que quienes apoyan a ETA descubren también con estas acciones "su verdadero rostro totalitario".

Herri Batasuna, por su parte, indicó ayer que el asesinato del ertzaina ha sido "un hecho accidental y lamentable que pudo haberse evitado".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_