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De enero a junio se incautó en España tanta cocaína como en Europa en 1987

La cocaína incautada en España en el primer semestre del año, 2.600 kilos, fue casi tanta como la aprehendida en toda Europa occidental durante el año pasado, que sumó unos 3.000 kilos, según datos basados en estadísticas preparadas por la Oficina Nacional de Estupefaientes (OCN). Según los servicios de lucha contra la droga, 1988 está siendo el año de la gran explosión del tráfico de cocaína en España, la mayor parte con destino al resto de Europa, pero tanto más difícil de controlar cuanto que los traficantes están empezando a camuflar sus envíos en el enorme tráfico que se registra en los puertos de mar españoles.

Los 2.600 kilos de cocaína incautados por los servicios antidroga de la Policía Nacional y la Guardia Civil desde enero a junio de este año suponen multiplicar por cinco la cifra correspondiente al mismo período de 1987, que fue de 440 kilos. Hasta ahora, la entrada de drogas aumentaba entre un 20% y un 30% cada año, pero ahora el gráfico sube en una línea casi vertical", según un alto cargo de la OCN. En los tres o cuatro últimos años, la cantidad de cocaína confiscada ha aumentado en un 200%.No obstante, según fuentes de la Interpol, se calcula que sólo el 30% de la cocaína que entra en España va destinado al consumo local, mientras que el resto se reexporta hacia otros países de Europa.

De acuerdo con las investigaciones realizadas por los expertos, el 4% de la población mayor de 12 años ha probado dicho estupefaciente en alguna ocasión. Asimismo, un estudio publicado en 1987 por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas revela que por lo menos 88.000 españoles son adictos a la cocaína.

El ascenso vertiginoso en el tráfico de cocaína se basa en el cambio radical en los sistemas de introducción de la droga, que permiten acomodar mayores cantidades de cocaína. Si hasta el año pasado los alijos llegaban preferentemente a través de los aeropuertos -sobre todo de Madrid y Barcelona-, camuflados entre equipajes, por lo que no solían superar los 50 kilos desde este año se han empezado a interceptar transportes en barcos, a veces en contenedores. El tráfico por contenedores tiene muy pocas posibilidades de de tección, según reconoce la Inter pol. "Si reconociéramos todos los contenedores se paralizaría el tráfico internacional", afirma el coronel Arsenio Ayuso, de la Guardia Civil. Los servicios antidroga reconocen que es más fácil camuflar la droga de esta manera, porque en los puertos se tramitan millones de kilos de mercancías y no hay capacidad ni remotamente para controlarlas todas.

Los poderosos grupos de la droga colombianos están decididos a instalarse en el lucrativo mercado europeo, según afirma la Interpol.

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