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VELA

La primera regata de la Copa del Rey, inmovilizada por el cambio del viento

Un total de 106 barcos tomaron la salida ayer en la primera regata de la séptima edición de la Copa del Rey de Vela, que se disputa en aguas de la bahía de Palma de Mallorca. Un cambio en la dirección del viento apenas iniciada la prueba provocó que la mayoría de los barcos, entre ellos los 3/4 de tonelada que han levantado gran expectación, vieran inmovilizadas sus posiciones desde la primera ceñida hasta la meta. El viento había rolado de sureste a sur.Ignacio Triay, patrón del Camper, hablaba de "carrera de caballos" para referirse a la regata. Jorge Forteza, patrón del Banesto, añadía que la prueba había durado solo hasta la primera ceñida. Y ambos coincidían en afirmar que todo había consistido en un continuo ir y venir en línea recta, sin conseguir alterar ninguna de las posiciones.

Ambos barcos, pertenecientes al grupo de los 3/4 de tonelada y de diseño idéntico al Bribón VI, que patronea el rey Juan Carlos, se vieron superados por el Pegaso, Faro Fino 2.000, de nacionalidad portuguesa, y el Larios. Hasta la primera ceñida, el Pegaso estaba situado por detrás, pero el cambio en la dirección del viento le favoreció. Aquellos barcos que realizaron la ceñida a babor pudieron subir posiciones. Por el contrario, perdieron puestos los que lo hicieron a estribor. A partir de ahí la regata se estabilizó obligando a realizar la parte final de la prueba en un solo bordo. Una carrera al sprint que no alteró las posiciones.

Entre algunas tripulaciones se dejaron oír críticas a la organización, por la media hora de diferencia en que los tres maxis iniciaron la competicion con respecto al grueso de participantes. Esa diferencia, y la notable velocidad de los maxis, provocó que estos barcos realizaran la primera ceñida con una hora y media de ventaja con respecto al resto de las clases. Durante ese tiempo se produjo la roladura del viento. Para cuando ello ocurrió, el paso de los maxis había impedido ya que se pudiera cambiar el itinerario. Según Forteza, las clases inferiores deberían tomar la salida justo inmediatamente después de los grandes barcos.

El primero en cruzar la línea de llegada fue el Othello, un maxi que en tiempo real superó a sus contrincantes, el francés Divirona y al alemán Inspiration.

El príncipe Felipe, que patronea el Sirius III de la ármada, superó claramente al rey Juan Carlos, a la caña del Bribón VI, y a la infanta Cristina, que patronea el Azur de Puig.

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