Prima Inmobiliaria compra a Sasea e Interpart la sede del Banco Santander en Azca por 13.350 millones de pesetas
La sociedad Prima Inmobiliaria, perteneciente en un 95% al grupo inversor KIO, ha llegado a un acuerdo con los grupos inversores con sede en Ginebra y Luxemburgo, Sasea e Interpart, para la compra de la denominacla Torre Negra de Azca, sede toclavía del Banco Santander en Madrid y al que le fue comprada hace tres años por el grupo suizo BTK Holding.En noviembre de 1986 este gyupo adquirió al Banco de San tander el edificio de Azca mediante su filial Inmosuiza por un importe 10.500 millones de pesetas. Apenas había transcurrido un año cuando, en octubre de 1987, las sociedades Interpart y Sasea, capitaneadas respectivamente por Florio Fiorini y Giancarlo Parretti, se hicieron con el edificio en cuestión comprando la sociedad propietaria, Inmosuiza, por 12.500 millones de pesetas.
La sombra de KIO
Estos hombres de negocio protagonizaban en aquel tiempo las inversiones más sonadas en el disparado mercado inmobiliario papel en el que han sido sustituidos por el grupo inversor kuwaití, Kio, que en este sector actúa a través de Prima Inmobiliaria, de la que posee el 95% del capital y que en estos momentos se encuentra también negociando las condiciones de construcción de los torres que se levantarán en la Plaza de Castilla.
Esta sociedad compró también la antigua sede de la Secretaría General del Movimiento en la calle de Alcalá y se está convirtiendo en una de las más importantes de Europa.
La denominada Torre Negra construida en el Manhattan madrileño, para albergar la sede del Banco Santander y que se encuentra rodeada de otros edificios de semejantes características pertenecientes al Banco de Bilbao, al Guipuzcoano y al Zaragozano, alberga una superficie de 20.000 metros cuadrados sobre rasante de los que 14.332 son para uso de oficinas y 5.900 para centros comerciales. En sótanos tiene otros 15.000 metros.
El Banco Hispano Americano también comenzó a levantar el edificio más alto entonces de esta zona, Torreuropa, que vendió posteriormente durante el proceso de saneamiento puesto en marcha por Claudio Boada.
Se trata de la tercera compra de este edifició en un plazo de tres años, con una plusvalía en esta ocasión que no alcanza los 900 millones de pesetas, bastante inferior por tanto a los 2.000 millones que consiguió el grupo BTK el pasado mes de octubre.
