Arafat despide en Túnez a su "hermano, héroe y mártir"

Un masivo cortejo fúnebre acompañó ayer los restos mortales del asesinado dirigente palestino Abu Yihad, desde la residencia palestina de la Sucra, a unos 15 kilómetros de Túnez, hasta el aeropuerto de la capital tunecina, donde fue embarcado en un avión con destino a Damasco. Yasir Arafat, presidente de la OLP, que pronunció una emocionada elegía a su "hermano, héroe y mártir" recibió al pie del avión las últimas condolencias de embajadores y autoridades, pero no se subió a la nave.

En el avión de las líneas aéreas tunecinas, junto a la viuda y las hijas de Abu Yihad, viajaban Faruk Kadumi, jefe del consejo político de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP); el ministro del Interior de Túnez, Habib Ammar, además de otras autoridades tunecinas, palestinas y diversos allegados y familiares.Fue el mismo presidente de Siria, Hafez el Assad, quien ofreció a la OLP la posibilidad de enterrar en el cementerio de los Mártires de Damasco al jefe de las operaciones militares palestinas asesinado el sábado por el Mosad (servicio secreto israelí). El gesto sirio fue considerado como "significativo" y aceptado por los máximos responsables de la OLP. Con ello se cumplía la voluntad de Abu Yihad. de ser enterrado lo más cerca posible de Palestina y la de sus ancianos padres que, residentes en Damasco, quieren estar cerca de los restos de su hijo.

Fuentes de la OLP indicaron que Arafat viajaría a Siria, lo que era interpretado como un "paso importante" hacia la reconciliación. Desde que Arafat fue expulsado de ese país en junio de 1983 no ha vuelto y, actualmente, tanto sirios como palestinos son conscientes de la necesidad de aunar sus fuerzas. Pero, a última hora de ayer se desechaba casi completamente la posibilidad de que Arafat presidiera las exequias en Damasco, sin que se diera una explicación.

Abu Iyad, responsable de los servicios de seguridad de la OLP y número dos de esta organización tras la muerte de Yihad, tampoco viajará a Siria debido, según parece, al ataque de diabetes que sufrió tras conocer la noticia del asesinato de su compañero de armas.

Fuentes diplomáticas indican que los motivos de seguridad pueden también haber sido determinantes para, que la plana mayor de la OLP no asista a los funerales.

Según informes de los servicios secretos estadounidenses, el asesinato de Abu Yihad obedece a una nueva política israelí de dar muerte a los máximos dirigentes palestinos como único método de apagar las revueltas que se suceden en los territorios ocupados.

[El presidente norteamericano, Ronald Reagan, envió ayer un inusual mensaje de felicitación a su homólogo sirio al conmemorarse el día nacional de ese país, en el que propone mejorar las deterioradas relaciones entre ambas naciones. "Tengo la firme esperanza de que sabremos hallar una solución a los temas conflictivos y restaurar la paz y la estabilidad en Oriente Próximo", dice la nota, informa Reuter.]Emotivos funerales

Las autoridades tunecinas, tras la humillación que han sufrido por la operación llevada en su territorio contra Abu Yihad, y que parece contaba con un comando de apoyo establecido en Túnez, montaron ayer un enorme despliegue militar para proteger a Arafat y a los demás mandos palestinos que participaban en el cortejo fúnebre.

El féretro fue colocado en un furgón militar y cientos de soldados y policías, apoyados por helicópteros, acompañaron los restos de Abu Yihad hasta ser introducidos en el avión.

"Revolución hasta la victoria", gritaba llorosa Um Yihad, viuda del dirigente. En medio de la desorganización y la confusión, entre plañideras y militares, las palabras de Arafat a su compañero muerto y a su lucha constante por la liberación de Palestina resonaron en el aire como un auténtico desgarro: "La sangre de Abu Yihad atizará el fuego que quemará a los enemigos de la causa palestina. No se ha vertido en vano". "Con nuestros jóvenes, mujeres y todo nuestro pueblo llegaremos hasta Jerusalén, donde desplegaremos nuestra bandera".

Al lamento de Arafat se unía el de hijo menor de Abu Yihad, de tres años, que, sin saber muy bien lo que pasaba, llamaba a su padre mientras pasaba de unos brazos a otros. Los dos hijos mayores de Abu Yihad, cercanos a los 20 años y vestidos, tanto el chico como la chica, con uniformes militares, alabaron a gritos "al mártir, al héroe y al dirigente caído por una Palestina libre".

El Gobierno tunecino solicité ayer una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para debatir la situación creada tras el asesinato del dirigente palestino.

[La cadena de televisión norteamericana NBC, que fue la primera en afirmar que el primer ministro israelí, Isaac Shamir, el ministro de Exteriores, Simón Peres, y el de Defensa, Isaac: Rabín, aprobaron la operación, aclaró ayer que Peres se había opuesto por considerar que eso dificultaría el proceso de paz, informa Efe.]

[Israel expulsó ayer a otros ocho palestinos a la franja de seguridad que controla en el sur de Líbano, acusados de participar en un enfrentamiento con colonos judíos cerca de Nablús, en la CisJordania ocupada, que terminó con la muerte de una muchacha israelí de 15 años. Las expulsiones hacen subir a 20 el número de palestinos deportados desde el inicio de la revuelta, informa Reuter.]