_
_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La rebelión de la tiza

Al hilo de los últimos conflictos sociales, más concretamente el de los maestros, uno, que tiene algo de memoria, se pone a recordar determinados puntos de aquel aborto que tuvieron los sindicatos, los empresarios y el Gobierno llamado de concertación (entre todos la mataron y ella sola se murió).De aquella concertación recuerdo, y creo recordar bien, que había dos puntos (aludidos tanto por sindicatos como por el Gobierno) que hacían imposible un parto normal de ese embarazo.

De estos dos puntos, uno se refería al índice de aumento de las pensiones y el segundo era sobre el índice de aumento a los funcionarios. Eran, parecía en un principio, innegociables, y respecto a ellos prefiero no entrar en disquisiciones sobre su mayor o menor justicia, porque si entramos se le podría ver el culo al Gobierno (o a parte de él). El caso es que andando el tiempo, y cuando se estaba a punto de enterrar al pobre feto, el Gobierno transige respecto a cierto aumento de pensiones, intermedio entre el pedido por los sindicatos y el que ofertaba en un principio el Gobierno, pero se mantiene firme respecto al punto de los ftincionarios. Lo que resulta realmente gracioso es echar un vistazo a este panorama en este momento. Nos encontramos con que el Gobierno tiene planteada una movida social con los maestros y profesores no universitarios, con unas reivindicaciones que se vienen repitiendo desde el año de la picor; reivindicaciones que como en el caso de la homologación (dice el Gobierno) son innegociable (¡ya estamos!).

Nunca hasta ahora los maestros han tenido representación sindical respaldada legítimamente por un proceso electoral directo, y esto lo saben los sindicatos, y saben también que el personal al que representan está hasta las... narices de los toreos y largas cambiadas de la Administración, demostrando con este trato la consideración en la que tiene a la educación y a los educadores. Esta vez, señores administradores, la cosa cambia. No es una reivindicación anecdótica, es una reivindicación con peso específico tanto por parte del personal como por parte sindical, ya que en esto se juega el ser o no ser.-

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_