_
_
_
_
_

La dimisión de Webb

Suele ser un detalle de buen gusto presentar la dimisión por cuestiones de principios. Pero parece ser que James Webb ha dimitido como ministro de Marina de Estados Unidos por algo parecido al despecho. Su fallo ha estribado en no lograr sintonizar con su jefe, el secretario de Defensa, Frank Carlucci, y en abandonar en medio de un enorme alboroto gratuito. La salida de Webb no genera un gran debate acerca del futuro de la Marina norteamericana. James Webb declaró que tuvo que abandonar porque la decisión de Carlucci de retirar 16 fragatas indicaba un repliegue en el objetivo trazado por la Administración de disponer de una flota naval compuesta por 600 barcos. Lo curioso del caso es que el número 600 es más un lema que un concepto estratégico. En cualquier caso, la Marina ha modernizado la mayor parte de su flota a lo largo de la última década, y la retirada de 16 viejas fragatas no supone un hecho grave.El acuerdo alcanzado el pasado mes de noviembre entre la Casa Blanca y el Congreso para la reducción de presupuestos militares obliga a Carlucci a reducir gastos por valor de 33.000 millones de dólares. El secretario de Defensa solicitó de la Marina una reducción presupuestaria de 11.600 millones, pero Webb presentó un plan que tan sólo incluía un recorte de 10.700 millones. Carlucci debía encontrar la manera de generar el ahorro de unos 200.000 millones restantes en los próximos cinco años.

24 de febrero

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_