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Entrevista:

Jankovic, un yugoslavo de ida y vuelta

"Me arrepiento de haber reaparecido sin tener la rodilla bien"

La hepatitis de Valdano forzó la temporada anterior al Real Madrid a buscar un recambio de urgencia para los últimos 10 partidos de Liga. Así llegó Milan Jankovic, un yugoslavo no muy conocido, pero que había gustado a los técnicos en la eliminatoria con el Estrella Roja. Jankovic parecía haber desterrado con su buen juego la imagen de ser un yugoslavo de ida y vuelta en el Madrid, pero una lesión de menisco y una reaparición peligrosa, por precipitada, le han perjudicado: "Mi rodilla no estaba, bien para jugar 29 días después de la operación, pero el míster me necesitaba contra el Nápoles y quise hacer un favor y ayudar al equipo. Ahora me arrepiento, porque me ha perjudicado. Hubiese sido mejor reaparecer después".

Jankovic apareció en el Madrid en el momento justo. Entró como organizador y consolidó el puesto de cerebro, que había bailado en las 34 jornadas anteriores. Ayudó a ganar la Liga, pero ahora se ha jugado su futuro. El Madrid piensa en Schuster, y Ramón Mendoza le ha comunicado a Jankovic que hasta marzo no habrá decisión del club, aunque alguien puede tener una deuda moral con él.P. ¿Qué ve usted más seguro su marcha del Madrid o la llegada de Schuster?

R. Estoy preocupado por mi futuro, es lógico. Y conozco los rumores sobre Schuster, pero al final pasará lo que tenga que pasar. Así que he decidido no pensar por ahora en nada, porque nada puedo cambiar.

P. ¿Pero tiene aún algunas esperanzas de renovar?

R. Sé que esta temporada no he sido el de la anterior, pero siempre he tenido suerte en la vida y no veo por qué tendría que cambiar esto ahora.

P. ¿Y cómo puede alterar el rumbo que ha tomado su futuro?

R. Sencillamente jugando partidos y ganando con este sensacional equipo que tenemos, porque todo está a nuestro alcance. Sólo tengo una doble obsesión: jugar y ganar. Sé que en los próximos meses estoy en condiciones de arreglarlo todo. Si ganamos la Copa de Europa y la Liga estoy seguro que continuaré en el Madrid.

P. ¿Qué le ha dicho el presidente, Ramón Mendoza, para que no esté nervioso?

R. El presidente me dijo: "Janko, tú sabes que el Madrid es un club serio y no quiere engañar a ninguna persona, así que no se preocupe mucho de lo que lea o escuche, porque nosotros le queremos, aunque ahora mismo no podemos decirle nada concreto". Yo estoy de acuerdo con esas palabras; todo irá correcto, porque el presidente me comunicará en marzo qué va a pasar conmigo.

P. ¿Le inquieta el futuro si la respuesta del club es negativa?

R. En un sentido no, porque tendría dos meses para buscar otro equipo, y tengo ofertas. El problema real es que habiendo jugado en el Madrid, un equipo del más altísimo nivel, no me apetecería jugar en conjuntos mucho más bajos de categoría. La verdad es que no quiero pensar qué puede haber detrás del Madrid, no siento mucho estímulo, y eso sí me preocupa.

P. Usted se operó de menisco el 13 de agosto, y el 12 de septiembre repareció en Zaragoza. ¿Es cierto que aunque jugó sólo 15 minutos volvió a Madrid con bolsas de hielo en la rodilla?

R. Sí.

P. ¿Fue suya la culpa, de los médicos o del entrenador?

P. Reaparecí muy pronto y sin que la rodilla estuviera totalmente bien porque me gusta mucho jugar y ganar partidos, y además en ese momento el míster me dijo que me necesitaba para entrar ya en el equipo en la eliminatoria contra el Nápoles, después de Zaragoza. Todo se preparó para el choque con el Nápoles y fue muy rápido. Después estuve algunos días sin poder recuperarme, porque había partidos seguidos. Mi condición física no estaba al cien por cien, y luego es verdad que tardé en coger ritmo.

P. ¿Se arrepiente de algo?

R. Quizá hubiese sido mejor esperar 15 o 20 días más por lo menos, porque mi rodilla no estaba para jugar tres partidos en una semana, y esto fue un poco peligroso. Pero ahora no tengo ninguna molestia y todo va perfecto. Sé que me ha perjudicado esta situación, pero yo quería hacer un favor al míster y al equipo y la verdad es que a la larga ha sido malo para mí.

P. ¿Qué le parece Schuster?

R. A mí me gusta mucho como jugador, pero él no puede cambiar muchas cosas o ganar solo.

La imagen de Schuster

P. ¿Se ha hablado en el vestuario de los problemas de Schuster?

R. Sí, hemos hablado algo, aunque lo que más comentamos es la crisis continua del Barcelona y sus problemas (sonrisas). Y es posible que el presidente haya hablado con algunos compañeros del tema, pero en conjunto con la plantilla no. Ahora cada día funciona más la imagen y la venta publicitaria de los jugadores. Esto es política de directivos, porque cogen cinco partidos, llenan el campo y ganan dinero. Pero el Madrid ficha a jugadores rentables y no sólo con nombre. No es como el Barcelona, que compra nombres grandes como Lineker y después nada.

P. ¿Está convencido de que el Madrid necesita saltar al campo siempre con un cerebro?

R. Sí, eso es verdad. Este equipo sólo necesita jugar con un auténtico cerebro siempre, y no lo digo porque sea mi puesto. Se trata de que al Madrid lo organice Gallego, Matthaus, Schuster o Janko, porque tiene una plantilla impresionante. Desde ese punto de vista ya ve que no me parece mal la idea de fichar a un jugador como Schuster. Ahora estamos Gallego y Jankovic. Gallego también es un gran jugador, pero para mí es mejor cuando él actúa de líbero, porque el equipo juega más seguro.

El 70% del éxito

P. ¿Es cierto que cuando llegó al Madrid los jefes de la plantilla le enseñaron el camino?R. El 70% del éxito de este equipo, de sus triunfos, está en la unión dentro y fuera del campo de sus jugadores. De verdad que esto es decisivo y creo que no ocurre en el Barcelona, por ejemplo, y desde luego no pasaba en el Estrella Roja, mi anterior equipo, donde siempre había dos o tres jugadores que hacían, ¿cómo se dice en España?, eso, camarillas.

P. ¿Y cómo le mentalizaron?

R. Después de 15 días me llevaron a un restaurante y allí tuvimos comida, charla, una reunión entrenador, sin nadie más que jugadores. Hablamos de todo; me dijeron que iban a ayudarme dentro y fuera del campo y cómo debía jugar en este equipo. Fue impresionante. Aquí hay futbolistas de fama mundial como Butragueño, Hugo, Gallego, Gordillo, Michel, y de repente Regaba un yugoslavo poco conocido que se preguntaba qué iba a pasar con él. La respuesta fue magnífica.

P. ¿Fue Gallego quien le ayudó más al principio, pese a que usted jugaba en su puesto?

R. Sí, Gallego me ayudó mucho como persona, estábamos juntos en los hoteles de las concentraciones. Él jugaba en esos momentos de líbero. Pero ningún compañero me dejó solo; muchos me llamaban a casa y me invitaban a cenar con sus familias. Ahora me está ayudando a superar la preocupación sobre el futuro mi novia, que lleva aquí varios meses.

P. ¿Se siente identificado con el juego del equipo?

R. Totalmente. El Madrid juega siempre con un organizador y todos estamos de acuerdo en las líneas claves con el entrenador. Personalmente me agrada que cuando pienso algo respecto al equipo contrario, a cómo hay que plantear el partido, el míster suele poner en práctica eso que estoy pensando. Y creo que ahora ocurre lo mismo con mis compañeros.

P. ¿Cree que sus compañeros quieren que siga?

R. Pienso que sí, pero ahora no me parece lógico hacerles preguntas para buscar su apoyo. Sé que nunca lo he perdido.

P. ¿Quién le ha hablado por última vez de Schuster?

R. Mi compatriota Miroslav Vorgic, el preparador físico del Castilla, pero de una manera informal y en mi casa.

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