González califica los atentados de muestras de "fanatismo salvaje"
El presidente del Gobierno, Felipe González, calificó anoche los últimos atentados de ETA y, en particular el realizado contra una casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza, en el que murieron 11 personas, de manifestaciones de "un fanatismo salvaje". González pidió explícitamente a los medios de comunicación que "no den ningún margen, absolutamente ninguno, al terrorismo".El presidente del Gobierno, tras el acto de entrega del quinto Premio de periodismo Francisco Cerecedo, celebrado en un hotel de Madrid, comentó que no siente "síntomas de cansancio" a la vez que reconoció la influencia, en momentos como el presente en que todavía está cercano el atentado de Zaragoza, de "factores que distorsionan a veces la serenidad". "Por tanto es lógico", agregó, "cierto grado de preocupación". Para transmitir su sensación pocos días después del brutal atentado, González aludió al sentimiento de quien se encuentra pacíficamente en un cafetería con un amigo y es injustificadamente insultado y agredido por una tercera persona que acaba de entrar en el local. El presidente subrayó que aun comprendiendo que el amigo de la víctima aguante las dos manos del agredido para que éste no responda al ataque, en prevención de consecuencias peores llega un momento en que el violentado acaba solicitando que se le permita disponer, al menos, de una mano para defenderse del enemigo.
Siguiendo con este ejemplo, González reclamó la legitimidad de un Estado de Derecho para "tener libre una mano, al menos, para devolver algunas de las agresiones que continuamente la convivencia recibe en este país".
"Acto de solidaridad"
Por otra parte, los grupos parlamentarios de oposición no apoyaron anteanoche la sugerencia del secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas, de realizar un acto de homenaje a la Guardia Civil en un momento de especial dolor para el Cuerpo tras el atentado etarra del pasado viernes en Zaragoza. Los portavoces firmantes del pacto contra la violencia manifestaron su disposición a mostrar su adhesión a la Guardia Civil a través del Gobierno en su conjunto, del presidente o del ministro del Interior, pero agregaron que no estimaban oportuno hacer un homenaje específico al Cuerpo.
Benegas se puso en contacto el martes con los portavoces de los grupos parlamentarios para exponerles la sugerencia de realizar un acto de apoyo a la Guardia Civil. Fuentes socialistas dieron por seguro que, aunque la sugerencia ha sido propuesta por Benegas, la idea había nacido del Ministerio del Interior a la vista "del nerviosismo y consternación" que embargan al instituto armado.
Las fuentes socialistas consultadas, al conocer la respuesta negativa de la oposición, explicaron a este periódico que "se trataba de realizar un acto de solidaridad singularizado a la Guardia Civil por parte de los parlamentarios dado que son esos miembros de la Administración del Estado los que han resultado especialmente afectados".
Estos portavoces habían interpretado en su conversación con Benegas que se trataba de trasladarse a la, sede en Madrid de la Dirección General de la Guardia Civil y celebrar allí un acto de apoyo. El argumento para negarse al acto es que la Guardia Civil "no es un organismo autónomo sino una parte de la Administración".
Todos los portavoces aseguraron, no obstante, su disposición a celebrar ese acto de apoyo a las instituciones y al Gobierno y, por supuesto, en presencia de representantes y miembros de la Guardia Civil.
Como quiera que el secretario de organización del PSOE mostró preocupación por "el estado de ánimo" de los miembros del Cuerpo, según los portavoces, la oposición quiso conocer más detalles sobre si Benegas tenía datos que debieran preocupar especialmente a las fuerzas parlamentarias. Siempre según los portavoces de la oposición, Benegas no llegó a revelar datos especiales salvo señalar el malestar del Cuerpo.
