Telefónica, la llamada del 92

La Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) prepara su mejor tecnología para responder al doble reto de 1992. Los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Exposición de Sevilla se han convertido en espoleta del avance tecnológico de las telecomunicaciones en España, que darán un salto hacia adelante que los expertos estiman entre dos o tres años. Telefónica destinará en el período 1988-1992 un presupuesto de 243.000 millones para la provincia de Barcelona, el Plan Barcelona 1992. Sevilla dispondrá de 88.000 millones para ponerse al día en cuatro años.

Luis Solana, presidente de la CTNE, ha sido explícito: "Los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Exposición Universal de Sevilla comprometen a Telefónica a volcarse en un gran esfuerzo que permita cumplir con las exigencias de estos acontecimientos y que culminará con la proyección a todo el mundo de la imagen de España".Pixa Solana, este reto es "un salto hacia adelante". Para Josep Maria Canals, director de Telefánica en Barcelona, es algo más que un salto cualitativo, "es una mutaición". Alberto Martínez, alto ejecutivo de la compañía en Madrid, habla de "un salto de dos o tres años en el disfrute de servicios".

Cuando llegue 1992, Telefónica sueña con haber convertido en algo popular términos como el 900, Ibertex, telepuerto, o telealarmus.

Con todos estos proyectos en marcha, el presupuesto de Telefónica se está disparando. Las previsiones iniciales para el período 1987-1990 pronosticaban, de modo provisional, una inversión de 1,26 billones de pesetas. Hoy mismo, el presupuesto para el período 1988-1991 se ha disparado hasta los 1,65 billones. El presupuesto previsto para 1988 (290.000 millones) ha crecido ya hasta los 330.000 millones.

El Plan Barcelona 1992 contempla inversiones por 243.000 millones para los próximos cuatro años. Unos 32.000 millones más que los previstos antes de que el Comité Olímpico Internacional convirtiera a Barcelona en ciudad olímpica.

Ensalada de novedades

La Compañía Telefónica pretende trufar de novedades los próximos cuatro años. Ahora mismo está en marcha un plan piloto de cobro mediante tarjeta en teléfonos públicos. El plan se está llevando a cabo en Alicante desde este verano, mediante tarjetas que se pueden adquirir en los estancos y en las oficinas de la compañía por 600 pesetas. En diciembre se iniciará otra experiencia piloto, esta vez en Barcelona, con 90 cabinas que aceptarán el pago mediante tarjetas de crédito.

El servicio 900 será otra de las novedades de los próximos meses y posibilitará el cobro revertido automatizado.

Madrid (1988), Barcelona (1990) y Sevilla (1991) disfrutarán de los primeros puertos de antenas que se instalen en España. El telepuerto es un parque de antenas que permite transmitir voz, datos e imágenes fijas, y que Telefónica alquilará por el tiempo que necesite cada cliente. En el Telepuerto de Barcelona, que ocupará una superficie de 25.000 metros cuadrados, se invertirán cerca de 3.000 millones de pesetas. Los teléfonos de los coches vivirám momentos de gran expansión. Está previsto que en 1989 el radio de acción de este servicio se extienda, en Cataluña, desde la costa mediterránea hasta la autopista que une Barcelona con Francia.

Las telealarmas prometen días de prosperidad para Telefónica y para las grandes compañías de seguridad. Telefónica pone la red, que conduce la señal de alarma desde el punto en que está colocado el chivato (bancos, escuelas, empresas, domicilios particulares) hasta el lugar previamente decidido por el cliente. Los receptores pueden ser la policía o el domicilio particular del propietario del comercio, por poner dos ejemplos. Pero el punto de destino más probable son las compañías privadas de seguridad.

La telefonía personal avanzada es uno de los grandes retos de Telefónica. Dentro de algunos años bastará conectar una tarjeta personal en un teléfono público para que este realice y reciba llamadas como si fuera nuestro propio número.

El conjunto de inversiones previsto por Telefónica para el período 1988-1992 en la provincia de Sevilla asciende a 88.000 millones de pesetas. Los principales objetivos de la compañía se centran en lograr una digitalización de las líneas del 26%-30%, frente al cero por ciento actual, y una digitalización de los enlaces (centralitas de tránsito) que llegue a cubrir el 100%, también a partir de cero.

En 1992, 10.800 sevillanos podrán utilizar el teléfono móvil, casi 10 veces más de los que actualmente disfrutan este servicio (1.200). Instalar 8.700 nuevos teléfonos públicos (un 30%. de ellos utilizables con tarjeta de crédito) es otro de los objetivos del plan sevillano.

La compañía espera tener preparada una red de cable que permita que 200.000 usuarios puedan captar hasta 15 canales de televisión por cable, un proyecto que sólo Sevilla y Barcelona parecen dispuestas a emprender. Interconectar todos los museos Colombinos del mundo con el Archivo de Indias sevillano será una de las contribuciones culturales más espectaculares.