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La Gran Logia masónica de España ha sido reconocida por la Gran Logia Unida de Inglaterra

La Gran Logia de España ha sido reconocida internacionalmente por la primera potencia masónica mundial, la Gran Logia Unida de Inglaterra. Ese reconocimiento supone, para una organización masónica, un acontecimiento equivalente al de un partido político cuando le acepta la Internacional Socialista o la Liberal. Los masones integrados en la Gran Logia de España son en la actualidad 1.300 aproximadamente, cifra que se incrementará considerablemente gracias a la decisión de Londres, según informó Lluís Salat i Gusils, el número uno de la Gran Logia de España, gran maestro en la terminología masónica.

En el Estado español residen varios millares de masones de nacionalidad extranjera que continúan vinculados a las logias de sus países de origen y que ahora podrán ingresar en las españolas. En las islas Baleares están domiciliados cerca de 1.000 masones que no tienen nacionalidad latina, y otro tanto ocurre entre los ciudadanos norteamericanos adscritos en las bases militares ubicadas en territorio español.Los máximos responsables de la Gran Logia de España, que tienen el domicilio social en Barcelona, se trasladaron la semana pasada a Gibraltar para asistir a una reunión masónica en la que estuvo presente el número dos de la Gran Logia Unida de Inglaterra, con objeto de entregar personalmente a sus compañeros españoles la comunicación escrita del reconocimiento. El gran maestro de la logia inglesa es el duque de Kent. Esta organización goza en el Reino Unido de una fuerte implantación, con 600.000 miembros y 8.238 logias, según los datos publicados en el Anuario Estadounidense de las Obediencias Regulares Masónicas de 1986 (List of Lodges Masonic). Una logia está compuesta,por un mínimo de siete personas.

Los Juegos Olímpicos

La Gran Logia de España ha mantenido contactos recientemente con el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, para expresarle su deseo de colaborar en los actos culturales que se celebren con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992 y también en los del quinto aniversario del descubrimiento de América.

Entre sus proyectos figura un congreso masónico conjunto entre España, Norteamérica y Suramérica, así como una exposición sobre la influencia de la masonería en el desarrollo del continente americano. Los Juegos Olímpicos son para los masones un claro exponente del ideal masónico de fraternidad entre los pueblos.

Lluís Salat manifestó que si en 1936 la masonería española, que entonces tenía gran implantación social, hubiera contado con la aceptación internacional actual, "Franco no hubiera podido acabar ni con un solo masón". La persecución que durante las dictaduras han sufrido los masones españoles continúa aún hoy viva en el recuerdo de estas organizaciones eminentemente masculinas.

La experiencia histórica unida a la discreción que caracteriza a la actividad de los masones determina que en España los miembros de estos grupos prefieran mantener en secreto esta faceta de su vida porque son conscientes de que la masonería genera no pocos recelos en amplios sectores de la sociedad.

La tendencia anunciada desde la cúpula de la Gran Logia de España es iniciar una cierta apertura comparable a la que rige en otros países de más larga tradición democrática.

Las grandes logias de la masonería funcionan de forma muy jerarquizada y en ellas se valora más la capacidad de influencia de sus miembros que el número. Para conseguir inculcar los principios de tolerancia y acatamiento al sistema democrático, los masones consideran que les resulta más fácil conseguirlo a través de personas de buena preparación intelectual que ocupen un cargo que les permita poner en práctica sus creencias.

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