Un finalista 'casi' español

Martín Jaite, que hoy tratará de impedir que Wilander sea el primer jugador que gana cuatro veces el Godó, se encontrará con un ambiente familiar en la pista del Real Club de Tenis Barcelona. Jaite es argentino de nacimiento, pero estuvo tan cerca de ser español que muchos aún dudan a la hora de poner una nacionalidad tras su nombre.

Martín Jaite estuvo ocho años en Barcelona, donde se estableció junto a su padre. Mientras sus hermanos y su madre volvían a Argentina, él entraba en la Escuela Nacional de Tenis y, posteriormente, jugó con España la Copa Valerio y la Copa Galea. Llegó a estar preseleccionado para la Copa Davis, cuando Manolo Santana era capitán del equipo, y se quedó a sólo una eliminatoria de debutar contra Argelia. Fue entonces cuando, tras un viaje a Buenos Aires, decidió jugar la Copa Davis con Argentina. La federación española anunció que se habían invertido unos seis millones de pesetas en la formación de Jaite como tenista. Ahora es 18º de la clasificación mundial y, si se llega a quedar en Barcelona, sería un perfecto número dos para el equipo español. Ha vuelto a los orígenes y se ha comprado un piso en Barcelona para preparar durante el invierno la próxima temporada.

"Siento una sensación especial cuando juego en Barcelona", dijo ayer Jaite. "Espero que el público esté a mi favor porque prácticamente juego en mi casa. Para mí, esta final es el partido más importante de mi carrera".

Jaite, sin embargo, no tiene demasiadas posibilidades y él lo sabe: "Tengo psicosis Wilander. Me ha ganado siempre que hemos jugado. Es un tenista extraordinario que no te regala nada. Por eso pienso buscar el momento justo para atacarle".