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El Tesoro mantuvo el tipo de interés de la emisión de letras

La subasta de letras celebrada ayer por la Dirección General del Tesoro mantuvo el tipo de interés marginal -el máximo al que el Estado está dispuesto a aceptar dinero- en el 15,04%, aunque en relación a las anteriores subastas se produjo una notable variación: prácticamente la totalidad del dinero ofertado fue aceptado por el Tesoro.

En efecto, de un total de 162.240 millones de pesetas que bancos y cajas de ahorro ofrecieron el Tesoro, aceptó 161.736 millones de pesetas con el mismo tipo marginal que en la subasta anterior.Desde que a finales del pasado mes de junio se inició el proceso de emisión de letras del Tesoro se ha colocado una cantidad superior a 1,6 billones de pesetas, de los que la mayor parte han sido adquiridos por inversores privados, a unos tipos de interés superiores al 15%. Ello ha provocado una salida masiva de las inversiones colocadas en pagarés del Tesoro, al 8%, hacia otras que proporcionan el doble.

El mantenimiento del tipo de interés marginal de la emisión de letras, al tiempo que el Banco de España ha seguido prestando dinero a bancos y cajas de ahorro al mismo precio en la subasta de préstamos de regulación monetaria, muestra que una próxima reducción del precio del dinero está algo lejana, aunque no se puede descartar que en las próximas semanas algunas entidades acaben anunciando medidas de este tipo.

La aceptación que las letras del Tesoro están teniendo entre los inversores privados (particulares y empresas para gestionar su tesorería) ha sobrepasado todos los cálculos realizados por los expertos de la Administración. Parece claro, según estos cálculos, que una parte sustancial del dinero invertido en letras procede de colocaciones realizadas anteriormente en pagarés del Tesoro que, junto a una rentabilidad suficiente, proporcionaban una relativa impunidad fiscal.

En medios financieros se señala que en la actualidad la diferencia de rentabilidad entre pagarés y letras es tal que puede estar justificando a determinados inversores correr el riesgo de ser detectados por Hacienda.

En cualquier caso, en esta subasta ha tenido lugar un hecho que, desde hace tiempo, no se producía. La mayor parte del dinero ofertado por las instituciones financieras ha sido aceptado por el Tesoro porque las condiciones se acercaban completamente a las que estaba dispuesta a aceptar la Administración. En las cinco subastas celebradas con anterioridad, bancos y cajas pedían una remuneración más elevada, lo que obligaba al Tesoro a aceptar menos dinero. En las subastas del mes de agosto, la diferencia entre el dinero ofrecido y el aceptado superó los 20.000 millones de pesetas.

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