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Sólo se resiste el sector bancario

La ausencia de partidas vendedoras importantes está dando alas a las cotizaciones, hasta el punto de que el dinero empieza a animarse ante el temor de llegar tarde. Si al inicio de la semana se hablaba en los patios de operaciones de tantear el terreno en las sesiones finales, con la vista fija en la evolución de las operaciones a crédito, ahora se está extendiendo la convicción de que esperar más puede ser el equivalente a quedarse fuera, y se llega a esta opinión por la simple medida del papel que parece dispuesto a salir al mercado. La subida de los precios se ha iniciado con fuerza y los índices ya están a punto de superar los máximos anuales, algo que ya ha sucedio en Barcelona, cuyo índice general se ha situado en el 190,89%. Madrid y Bilbao están a poco más de dos puntos de conseguirlo, y Valencia, a menos de cinco. La novedad de esta sesión ha estado en la incorporación de los valores eléctricos a las alzas, situación a la que no ha sido ajena la contratación, fuera de mercado, de acciones de FECSA, casi a su último precio, cuando hace poco más de un mes se pagaban al 35%. Esto se ha interpretado como un buen síntoma, y aunque nadie se atreve a hablar del fin de los problemas eléctricos, son numerosas las voces que recomiendan estos valores de cara al medio y largo plazo. Si el mercado necesitaba alicientes, el buen ambiente de,este grupo, que ha venido siendo un lastre para las bolsas, lo fue y de los buenos, sobre todo porque en la jornada anterior varios de sus componentes figuraban entre los valores más contratados.

La banca no encuentra la manera de deshacerse del papel que está frenando sus posibilidades. No son partidas muy numerosas, pero son suficientes, para impedir cualquier avance de las cotizaciones. Las posiciones al cierre eran fruto de la reacción en cadena que se produjo en la mañana, aunque no cambian el panorama respecto a días anteriores.

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