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UGT y CC OO rechazan la firma de un pacto social y proponen una negociación continua con el Gobierno

Los sindicatos UGT y CC OO rechazan el modelo de negociación basado en la firma de un gran acuerdo, y proponen a cambio la negociación y el diálogo continuos con el Gobierno, según afirmaron dirigentes de ambas organizaciones tras la entrevista celebrada ayer. Las centrales obreras, que se han reunido tras años de distanciamiento, coinciden también en señalar a Carlos Solchaga, ministro de Economía, como una dificultad añadida para cualquier sistema de concertación, y en la necesidad de potenciar el poder de los sindicatos en sus relaciones con el Gobierno.

Los sindicatos consideran superada la negociación de un gran pacto tipo Acuerdo Nacional sobre Empleo (ANE) o Acuerdo Económico y Social (AES). Creen todavía en el dialogo social. Pero las centrales no entienden que la discusión de los Presupuestos Generales del Estado, la firma de un pacto o las reuniones fotográficas con el presidente del Gobierno sean suficientes para mantener el espiritu de la concertación.La reunión que ayer mantuvieron representantes de CC OO y UGT sirvió para poner en evidencia -más que nunca también- el grado de consenso entre ambas organizaciones. Hay sólo divergencias a la hora de valorar los efectos de la concertación pasada. Mientras la central socialista defiende que el balance de estos años es positivo, CC OO se muestra más cauta y negativa a la hora de valorar los resultados de diez años de concertación social.

Coinciden, sin embargo, en que el modelo está agotado. Y que: la oferta que ha realizado el presidente del Gobierno hay que matizarla y actualizarla. Apolinar Rodríguez, secretario de acción sindical de UGT, señalaba ayer que "el modelo clásico está agotado. Nuestro modelo es más largo en el tiempo más profundo. Y se necesita más calma para llegar a él".

El modelo, en el que CC OO se encuentra con UGT, parte de un fortalecimiento del poder smolfical y en el establecimiento de una sociedad más justa en la que: la política social tenga mayor peso. A partir de estas dos premisas, cualquier acuerdo e posible, aunque nada se firme Por que los sindicatos hoy parecen huir de la firma y de la foto

Antonio Gutiérrez, en nombre de CC OO, afirmaba ayer que "los grandes acuerdos tu vieron sentido en el pasado Hoy están muertos". Y reconocía que "se trata, en el fondo, de recuperar el diálogo social. No tiene sentido que todos interpretemos que el diálogo ha muerto si fracasan las negociaciones de un pacto social. El diálogo debe estar siempre abierto, con o sin pactos. Mejor dicho, con acuerdos permanentes y continuos".

Es la misma filosofía que expresaban dirigentes de UGT. "Creemos en la concertación. Pero no puede mantenerse siempre el mismo sistema. La concertación pasa por el reconocimiento de los sindicatos como fuerza autónoma, como auténtica institución". Las citadas fuentes recordaban una de las condiciones que Nicolás Redondo, secretario general de la central socialista, anunció en el Primero de Mayo. Redondo dijo que para que el acuerdo fuera posible el presidente tendría que tratar a los sindicatos en términos de igualdad con cualquier otra organización.

La UGT está empeñada en que se reconozca la peculiaridad y la importancia de los sindicatos. Y no sólo a la hora de firmar un pacto. Para lograrlo está dispuesta a aliarse con CC OO, organización con la que hasta ahora ha tenido más discrepancias que coincidencias. La situación ahora es otra. Coinciden hasta en lo que rechazan. Y en las matizaciones.

Un escollo llamado Solchaga

Carlos Solchaga es un un buen ejemplo de coincidencias y matizaciones. No es que se nieguen a hablar con él. Pero no les gusta. Ninguno de los dos sindicatos lo considera un hombre dialogante. Y ambos lo expulsarían de su boca -como se dice en la Biblia- igual que al agua tibia. José María Zufiaur decía que "no deja de ser curioso que para la paz manden un hombre de guerra"", aludiendo a Solchaga. Y Gutiérrez puntualizaba: "Los aceptaremos porque no somos quiénes para decir al Gobierno a quién ha de poner, pero no es un hombre dialogante".

Y más coincidencias. CC OO y UGT están de acuerdo en que un buen gesto para la concertación sería que el Gobierno retirara el proyecto de ley de huelga. De momento, ambos han decidido rechazar la invitación formulada por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo para acudir a un seminario sobre este tema. Un dirigente sindical decía con ironía. "Si algunos ministros hubieran seguido nuestro ejemplo y se hubiera abstenido de ir a Santander, nos hubieramos ahorrado muchos disgustos".

Carlos Solchaga dijo ayer, precisamente en Santander, que la concertación social sería lo que los interlocutores quisieran, siempre que "lo que se pacte tenga una resultante sensata y no contradictoria".

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