Euromisiles
Tras innumerables consultas, mantenidas de forma cada vez más intensa por la OTAN, la respuesta occidental a los euromisiles está prácticamente tomada: la Alianza aceptará lo que le propongan Reagan y GorbachovDe repente, los que temían una desnuclearización de Europa ponen fin a este proceso y piden que no se toquen las armas de alcance aún más reducido. Sólo el canciller Kohl se ha mostrado preocupado con la idea de que en Europa no vayan a permanecer más que las armas que vitrificarían a los alemanes de ambos lados.
La paradoja el que de todos los misiles que componen el arsenal de la OTAN se lucha por conservar los malos después de haber renunciado a los buenos.
Más hubiera valido empezar las opciones cero por abajo y eliminar las armas destinadas a convertir Europa en un campo de batalla nuclear y conservar en contrapartida un número de misiles de mayor valor disuasorio, aquellos que, como los Pershing-2 y los de crucero, apuntan al único país donde se encuentran los centros de decisión de un conflicto: la URSS. Hubiera podido esperarse que este conflicto reforzara la solidaridad europea. Esto ha sucedido con algunos países (como Francia y Reino Unido, por ejemplo), pero no con otros, ya que París, en su afán de bloquear la desnuclearización general, parece hacer muy poco caso de las preocupaciones de Bonn respecto a los misiles de corto alcance antialemanes.
28 de mayo