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Anuncio de querella contra guardias civiles de Alcalá por presunto ocultamiento de pruebas

El defensor de José Luis Larraya Moreno presentará una querella contra guardias civiles de Alcalá de Henares,por presunto ocultamiento de pruebas sobre la muerte de María de los Ángeles Magaz, crimen que se atribuyó a su cliente y a Pedro Benito Atance. Ambos quedaron libres sin cargos el pasado día 4 tras pasar 10 meses en prisión por un crimen que no cometieron, según ha entendido el titular de¡ Juzgado número 2 de Alcalá, Pedro Vicente Cano-Maíllo, a raíz de las pruebas acumuladas desde que asumió el caso en noviembre y forzó una nueva investigación, que condujeron a la detención y encarcelamiento de los dos presuntos autores del crimen, Feliciano Domínguez Alisen y Francisco Javier García.

En la madrugada del 7 de mayo de 1986 en la finca Paco el Grande, de Alcalá de Henares, era asesinada María de los Ángeles Magaz, de 19 años, que ejercía la prostitución bajo el nombre de Verónica. Su cadáver fue hallado desnudo y con el cráneo destrozado a golpes. La Guardia Civil localizó a una testigo del crimen, Paloma Núñez Maldonado, de 16 años, también prostituta. Ésta, según fuentes jurídicas, viajó desde la madrileña calle de la Ballesta hasta dicha finca en un coche con María de los Ángeles y los asesinos. En el trayecto a bordo de ese Seat 1430, según las citadas fuentes, Verónica fue repetidamente golpeada.Ya en la finca, los dos individuos se deshicieron de María Angeles y comunicaron a Paloma que sufriría igual suerte si contaba lo sucedido. La agresión se produjo porque Veróníca, que trabajaba supuestamente para Feliciano Domínguez como prostituta y vendedora de droga, no había abonado al primero parte de sus ingresos por tráfico de estupefacientes.

La Guardia Civil, tras la detención de Paloma, puso a disposición judicial a Larraya Moreno y Benito Atance. La acusación de Paloma fue decisiva para su encarcelamiento, pues les identificó como los autores del crimen. En el sumario afloran irregularidades sobre la versión de Paloma: "Reconoció a la Guardia Civil en veces sucesivas a Larraya y Benito porque la Guardia Civil le dijo que ya sabía que eran ellos, y antes se los enseñó".

"La Guardia Civil [al parecer los tres agentes que la detuvieron] ha ido a. ver a la declarante a prisión diciéndole que mantuviera su versión; diciéndole que si no se apartaba de la primera versión, saldría en libertad". El abogado de Larraya, Marcos García Montes, pedirá responsabilidades "si se confirman estos hechos constitutivos de cohecho", así como una indemnización del Estado por el tiempo que ha pasado su cliente en prisión por error.

La Guardia Civil no dio ningún valor a las prendas de la víctima -una camisa ensagrentada, una pulsera y una cinta del pelo- que le entregó poco después del crimen Manuela Becerra Vázquez, amiga de aquélla y que halló en el 1430 que supuestamente condujo a Verónica a su muerte. El juez, tras forzar una nueva investigación a través de la Policía Judicial de Alcalá supo que existían tales pruebas, que condujeron al esclarecimiento del caso y la modificación de la versión de Paloma, que acusó a los ahora presos.

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