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La Comunidad pagará 400.000 horas de asistencia en sus casas a ancianos solitarios

Joaquín Guillén, director general de Bienestar Social, presentó ayer El anciano en casa, programa que va dirigido a mantener a las personas ancianas todo lo posible en el seno de su familia, evitando el internamiento en alguna residencia que en la mayoría de los casos sólo provoca el desarraigo social y la frustración personal. En este plan se incluye desde subvenciones a los Ayuntamientos para atención domiciliaria hasta la instalación gratuita de teléfonos para ancianos que viven solos. En la región viven cerca de medio millón de jubilados.

El programa de ayuda a los ancianos fue presentado también por el presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, y la consejera de Salud y Bienestar Social, María Gómez Mendoza, ante un público formado por acogidos en la residencia de ancianos de Colmenar Viejo. Guillén anunció que ya estaba listo un nuevo centro situado dentro del casco urbano de Madrid, en la calle de Goya, 120, con capacidad para 75 ancianos que puedan valerse por sí mismos. "Supongo que algunos de ustedes preferirán volver a Madrid antes que seguir aquí. Ya pueden presentar las instancias", afirmó Guillén. La residencia de Colmenar Viejo está en el kilómetro 13,500 de la carretera de Colmenar, en pleno campo.El programa El anciano en casa, presentado ayer, consta de 11 puntos principales, algunos de los cuales no son nuevos sino que llevan ya aplicándose en Madrid y en algunos pueblos de la periferia desde hace un par de años, con resultados muy positivos.

La Comunidad de Madrid ya tiene presupuestados los gastos del programa, aunque faltan algunos ajustes, dependiendo sobre todo del número de ancianos que cobren menos del salario mínimo interprofesíonal -el 80% de los 500.000 ancianos madrileños- La Comunidad gestionará con la Caja de Ahorros una pensión de 10.000 pesetas mensuales para los más necesitados.

El programa incluye las subvenciones necesarias para que los Ayuntamientos contraten personal por 400.000 horas de asistencia domiciliaria, así como el reclutamiento de personas voluntarias que sin percibir renumeración económica se avengan a dedicar parte de sus horas libres a. cuidar ancianos. Este voluntariado, afirmó Guillén, aún no se ha puesto en práctica en España, pero es algo extendido en algunos países europeos. Guillén afirmó que ya contaban con unas 300 personas de la organización Solidaridad Democrática.

Otros puntos del programa consisten en la realización de obras de mejora en la habitabilidad en las casas de ancianos con menores recursos económicos; la instalación gratuita de teléfonos para ancianos que vivan solos -en 1986 se instalaron ya 900 teléfonos-; el apoyo a la creación de centros de día, incluyendo las comidas, y un servício de apoyo a las familias que tengan ancianos a su cargo, para que puedan dejarlos temporalmente en las residencias en caso de períodos vacacionales, enfermedad de alguno de los miembros de la familia o cualquier otra eventualidad.

Por último, está en estudio un programa de convivencia entre estudiantes y ancianos, por el que ancianos que vivan solos y tengan habitaciones libres podrían cederlas a estudiantes, a cambio de su asistencia y sus cuidados.

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