_
_
_
_
_

El dólar se sitúa por debajo del tipo de cambio tras la devaluación de 1982

El dólar cambió ayer en el mercado de Madrid a 126,800 pesetas, por debajo del nivel establecido en diciembre de 1982, cuando el Gobierno socialista procedió a devaluar la peseta y se inició el proceso de ajuste de la economía española. El Banco de España adquirió ayer algo más de 170 millones de dólares (unos 21.600 millones de pesetas) en la bolsa de divisas para impedir una apreciación aún mayor de la peseta frente a la divisa de Estados Unidos.La caída del dólar en la mayor parte de los mercados internacionales de cambios y los elevados tipos de interés que se ofrecen en España para tratar de controlar el crecimiento monetario atraen hacia la peseta a elevadas cantidades de dinero especulativo que está obteniendo rentabilidades muy elevadas por colocaciones a corto plazo.

La compra de divisas por parte del banco emisor, continuación de las que han tenido lugar en los primeros meses del año provocan nuevas apreciaciones de la peseta e inyecciones adicionales de liquidez al sistema. En los dos primeros meses del año el saldo de pesetas convertibles, según los datos del registro de caja del Banco de España, creció en 588 millones de dólares -frente a 237 millones en el mismo período de 1986- al tiempo que los bancos disminuyeron su posición en divisas en algo más de 630 millones de dólares.

Abaratar importaciones

El tipo de cambio establecido ayer por el Banco de España es el más bajo desde que el 6 de diciembre de 1982 se devaluó la peseta, al tiempo que se tomaban medidas de elevación de precios y se dejaba de lado el programa económico expansivo con el que el partido socialista se presentó a las elecciones de octubre de 1982.La caída del dólar presenta efectos positivos para la economía española en la medida en que abarata los precios de determinados productos importados -energéticos y los procedentes de los países del área del dólar- lo que se traduce en menores tensiones inflacionistas internas, en una etapa en la que las expectativas de precios no están muy claras.

Al tiempo representa problemas adicionales para facilitar las exportación de productos españoles a estos mismos países, en unos momentos en los que las previsiones sobre crecimiento del comercio mundial no son especialmente halagüeñas, a la luz de las últimas previsiones de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional.

Adicionalmente, la entrada de divisas provoca mayores tensiones en las tasas de crecimiento monetario, muy desbordado ya por el fuerte tirón de la demanda interna y, del crédito al consumo, con incrementos superiores en 8 puntos a las previsiones de la Administración para 1987.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_