Buen ambiente, pero fuera de hora
Un incremento menor del esperado en el IPC de marzo cambió el tono de una sesión en la que la falta de alicientes le daba el protagonismo al papel. La reacción llegó fuera de hora y su incidencia en la elaboración de los precios ha sido nula, pero se confirma una vez más que cualquier noticia medianamente favorable tiene una lectura positiva por parte del mercado. La situación de fondo no ha variado, lo que significa que se continúa buscando excusas para mover las cotizaciones al alza, una vez comprobadas las dificultades que encuentra el mercado para bajar. La pasividad que muestran los vendedores favorece esta recuperación, toda vez que el dinero no encuentra obstáculos para imponerse, aunque el equilibrio entre ambas posiciones sea casi total.
La jornada transcurrió en términos muy parecidos a la anterior, ésto es, en medio de una desorientación total que comenzaba a producir algunos goteos a la baja en la mayoría de los sectores. El nivel de la contratación tampoco conseguía sobresalir de la mediocridad, manteniéndose dentro de la zona de los mínimos anuales, es decir, entre los 6.000 y los 7.000 millones de pesetas efectivas, en lo que se refiere a la actividad en los corros.
Una excepción fue la salida al mercado de los títulos de Ib-Me¡ que, para una oferta de 100.000 títulos registró una demanda que se acercaba a los nueve millones de acciones. El capital social es de 1.191.000 acciones, por lo que hubo de publicarse posición de dinero sin operaciones al 980%.
Una vez conocida la noticia del incremento del IPC en marzo, el dinero comenzó a moverse por el parqué con bastante soltura, propiciando un cierre más dinámico en el que la mayoría de las posiciones eran compradoras y sin que apenas se hicieran distinciones entre sectores.
