_
_
_
_
_

Nostalgia por la pareja Goikoetxea-Maceda

El buen pasado reciente de la selección española estaba asentado, entre otras cosas, en la seguridad de la pareja de centrales Goikoetxea-Maceda. Con ellos y con el respaldo de Zubizarreta, España podía jugar tranquila. Los de atrás resolvían siempre por el camino expeditivo y lógico, y dejaban a los demás trabajar con la mente libre de preocupaciones. Tan tranquilo estaba Muñoz con esta pareja que a México fue sin suplente para ninguno de ellos, y bien caro lo pagó. Maceda cayó pronto, por la lesión de la que aún no se ha recuperado, y Goikoetxea faltó ante Bélgica por acumulación de tarjetas. Ese día, ausentes ambos, Ceulemans cabeceó desde el área chica el gol que le puso el partido tan cuesta arriba a España que acabó con su carrera en el Mundial, hasta entonces brillante.La ausencia de esa pareja -Maceda sigue a vueltas con su rodilla y Goiko arrastra unas molestias musculares que le tienen a medio gas- es tan dificil de salvar que ha creado en Muñoz un vértigo capaz de conducirle a las extravagancias del miércoles por la noche. Confió la responsabilidad defensiva del equipo al bloque madridista, a pesar de que el Madrid tiene este año un sistema defensivo fallón, en parte por los alborotos que en él crea Beenhakker con sus cambios de criterio y en parte por la baja forma de sus hombres. Pero es que Muñoz desquició más todavía de lo que ya está a la defensa del Madrid: puso a Chendo a jugar de Michel, a Michel a jugar de Gallego y a Gallego a jugar de Salguero. Dejó fuera al que quizá sea aún el hombre más fiable de la defensa del Madrid, Sanchis, y puso a Arteche a jugar de Sanchis, de marcador puro, algo para lo que indudablemente no vale el abrupto pateador cántabro. Sólo estaban en su sitio Camacho y Gordillo, que andan en muy baja forma. Llenando la selección de madridistas Muñoz no consiguió más que arrastrarla al fracaso e irritar a la propia hinchada blanca, que se vio humillada por Lineker y por sus cuatro goles en el Bernabéu.

Más información
Lineker reconoce que España dio muchas facilidades

Quienes andan muy cerca de la selección comentan que Vicente Miera, hasta no hace mucho segundo de la selección, aconsejaba bien a Muñoz. Apenas se daba a ver, pero quizá interviniera más de lo que parece. El dislate del miércoles, con una defensa experimental hecha con hombres cuyo futuro en la selección o no existe o no está en las funciones que se les encomendaron, era impensable hace unos meses. Armar una defensa con Quique, Sanchis, Andrinúa y Soler, por poner un ejemplo, habría hecho más soportable una eventual goleada en la idea de que se estaba trabajando para el futuro.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_