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Dos muertos y 40 heridos al estallar un coche bomba al paso de un autobús de la Academia Militar de Zaragoza

Un comandante del Ejército de Tierra, Manuel Rivera Sánchez, y el civil Ángel Ramos Saavedra resultaron muertos ayer en Zaragoza al hacer explosión un coche bomba, cargado con cerca de 50 kilos de Goma 2, al paso del autocar militar que ocupaban y que se dirigía a la Academia General Militar. En el atentado terrorista se registraron además 40 personas heridas, 13 civiles y 27 militares, de las que cuatro se hallan en estado muy grave. Fuentes policiales apuntaron a ETA como la autora del atentado, que explicaron como un intento de la organización de mostrar su capacidad de actuación pese a la reciente desar. ticulación del comando Madrid.

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Cuatro militares y una civil, muy graves.
Gráfico del atentado.
La mayoría de los partidos condenan el atentado

Los hechos ocurrieron alrededor de las ocho de la mañana en la plaza de César Augusto, conocida popularmente como de San Juan de los Panetes, nombre de la iglesia que hay en dicha plaza. Un coche bomba, que contenía unos 50 kilos de explosivos y tornillería, aparcado junto a la tapia de la iglesia, fue activado al paso del autobús, que habitualmente traslada a profesores militares a la Academia General Militar.El vehículo usado para el atentado quedó hecho un amasijo de chatarra. Se trataba de una furgoneta con matrícula falsa. El artefacto alcanzó frontalmente al autobús militar ET-67479-5, pereciendo en el acto su conductor, Ángel Ramos, de 46 años, casado y nacido en La Coruña. Los heridos fueron trasladados a diversos centros hospitalarios de la ciudad, entre ellos el hospital Militar, donde la mayoría quedó ingresada. Sobre las diez de la mañana falleció el comandante Manuel Rivera, de 45 años de edad.

La onda expansiva de los 50 kilos de explosivos afectó a numerosas tiendas y edificios, entre ellos el Gobierno Civil y los juzgados, en un área de 600 metros. La onda expansiva y la metralla causaron graves daños en un edificio próximo de cinco plantas, alcanzaron al menos a 13 vehículos y ocasionaron roturas de cristales y otros desperfectos. El edificio más afectado fue el número 5 de la calle de Salduba, una de cuyas fachadas da a la plaza de César Augusto. Unas 30 personas fueron evacuadas y alojadas en hoteles de la ciudad. También resultó alcanzada la casa de las hermanas de San Vicente de Paúl, en la que viven 26 monjas y varias chicas internas, que a esa hora estaban durmiendo.La fuerte detonación se escuchó en diversos puntos de la ciudad. Así, el delegado del Gobierno en Aragón, Angel Luis Serrano, estaba afeitándose en la sede del Gobierno Civil, donde vive cuando escuchó la explosión: "Sentí una ligera elevación del suelo y, por la intensidad de la detonación, sospeché que podría tratarse de un atentado".

Acoso en otras ciudades

Serrano descartó que el atentado guarde relación con el traslado, la pasada semana, a las cárceles de Huesca y Daroca (Zaragoza) de 12 etarras que se encuentran en huelga de hambre.

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Serrano relacionó el atentado con el hecho de que, "al verse acosados en las grandes ciudades donde actuaban con anterióridad y al desarticularse del todo o en parte el comando Madrid, han querido llamar la atención a escala nacional en una ciudad en la que no estaban perseguidos".

El autobús solía realizar siempre el mismo recorrido, recogiendo en sus domicilios a los profesores de la Academia General Militar. Serrano manifestó que recientemente hubo una reunión con mandos militares y de la policía en la que se habló de las medidas de seguridad que debían tomarse. "No es fácil buscar otro recorrido, pues la salida de Zaragoza. hacia la Academia Militar es por el mismo sitio: el puente de Santiago". El hecho de que el jueves fuera fiesta en Zaragoza motivó que el autobús no estuviera al completo.

El ministro de Defensa, Narcís Serra, y altas autoridades militares se trasladaron ayer a Zaragoza para visitar a los heridos y asistir a los funerales por los dos muertos. Serra afirmó: "Ningún punto de España está libre de que se produzca un atentado como éste, pero no pensábamos que pudiera ocurrir en Zaragoza".

El ministro del Interior, José Barrionuevo, se reunió ayer con altos cargos de su departamento para establecer una serie de medidas preventivas a raíz de este atentado. El ministro ordenó el envío a Zaragoza de efectivos de la Brigada Central de Información para cooperar en la investigación, informa Efe.

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