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CANARIAS

Defectos de construcción amenazan de derrumbamiento la prisión de Las Palmas

La mitad del edificio de la prisión provincial del Salto del Negro, situada en las afueras de Las Palmas de Gran Canaria, está amenazada de derrumbamiento como consecuencia de la deficiente construcción del centro, que fue inaugurado en 1982. Asimismo, el complejo sistema de seguridad no ha funcionado un solo día en los últimos cuatro años.

Las irregularidades han sido comprobadas en los últimos meses por técnicos de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias (DGIP), y denunciadas por el senador de Coalición Popular José Macías.El coste total de la prisión, que cuenta en la actualidad con una población reclusa de 500 penados y preventivos, fue, según fuentes del Ministerio de Justicia, de 1.182 millones de pesetas.

El estado de grave deterioro del recinto tiene su origen en la deficiente construcción y, asentamiento, ya que la mitad del edificio fue edificada sobre un talud de tierra. Informes técnicos posteriores indican que la obra debió edificarse enteramente sobre una losa de hormigón, ya que el edificio está sometido a continuos movimientos, que provocan en él grietas y fisuras. A esto hay que añadir las filtraciones de agua en casi todas las paredes, debido a la rotura frecuente de las cañerías.

Por otra parte, la DGIP encargó una auditoría sobre la instalación y funcionamiento del sistema de seguridad, "tan perfecto que no ha detectado nada desde que se inauguró", en expresión de un funcionario del Salto del Negro. En los últimos años, de cinco intentos individuales de huída dos se resolvieron con éxito -para los reclusos, y los otros tres fueron descubiertos "por accidente". A ello se añade la espectacular fuga de tres peligrosos delincuentes hace apenas dos años.

Los funcionarios del centro opinan que la prisión, por las características del edificio, no es segura: en seis horas se pueden cortar los barrotes de las celdas (de hierro y no de acero) con un cuchillo y los presos se mueven por las azoteas sin ser vistos por la Guardia Civil, al estar las garitas en un plano inferior.

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