AP estudió nombres ante una eventual retirada de Fraga

El abandono de Alianza Popular por parte de Jorge Verstrynge y otros tres diputados que ostentaban cargos destacados en el partido no provocó ayer especial conmoción en la cúpula del partido conservador, donde la principal inquietud se centra en la continuidad de Fraga al frente de AP. Fuentes cercanas al líder aliancista admitieron que la pasada semana se temió que éste consumase sus amenazas de dimitir. Dirigentes de AP celebraron la pasada semana una reunión en la que, ante la actitud de Fraga, se llegaron a citar los nombres de Abel Matutes, que hizo un viaje relámpago a Madrid, y de Alfonso Osorio como posibles "recambios de urgencia" al frente del partido.

La decisión del ex secretario general de AP Jorge Verstrynge y de otros tres diputados del Grupo Popular, Carlos Ruiz Soto, Gabriel Camuñas y Carlos Manglano, de abandonar el partido y pasar al Grupo Parlamentario Mixto ha agudizado en cualquier caso la crisis existente en el seno del principal partido de la oposición. Con ello, el Grupo Popular queda reducido a 80 escaños en el Congreso de los Diputados, dos menos que los que suma el resto de los grupos de la oposición.Fuentes aliancistas insistieron, no obstante, en que estas fugas, oficialmente minimizadas, "para nada" influirán sobre la permanencia de Fraga en la presidencia del partido. Una "posible, pero poco probable", dimisión de Fraga, dijeron estos medios, estaría, en su caso, relacionada exclusivamente con la situación económica del partido, pendiente aún de una respuesta de la banca a las peticiones de AP para que se conceda una moratoria al pago de sus deudas.

Contrariando las optimistas versiones procedentes de AP, medios bancarios se mostraron ayer escépticos sobre la concesión de esta moratoria, así como de futuras ayudas económicas a las campañas electorales aliancistas. La deuda del partido con la banca, como consecuencia de la pasada campaña para las elecciones legislativas, se estima en unos 1.200 millones de pesetas.Pese al abandono de Verstrynge y sus tres seguidores, a los que se unieron renuncias de varios dirigentes de Nuevas Generaciones en Valencia y la del presidente de AP en Huelva, el secretario general aliancista, Alberto Ruiz Gallardón, compareció ayer ante los informadores para negar la existencia de una crisis interna. "Nuestros 230.000 militantes están unidos en torno a un proyecto, a una ideología y al liderazgo de Manuel Fraga", dijo, agregando que no creía que se produjesen nuevas fugas de diputados o senadores del Grupo Popular. Ni Fraga -que hoy viaja a Valencia- ni otros dirigentes más veteranos del partido hicieron ayer comentarios acerca de la escisión sufrida por AP.

Verstrynge rehusó comentar si su abandono de AP y su pase al Grupo Mixto del Congreso comportará la creación de un nuevo partido.

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