_
_
_
_
_
ARAGÓN

La sequía obliga a cerrar un canal para riego de 100.000 hectáreas

La prolongada sequía que padece la región aragonesa ha hecho que 30 pueblos se encuentren en alerta roja, se tenga que cerrar el Canal de Aragón y Cataluña y la térmica de Andorra (Teruel) sufra problemas en su refrigeración. Mientras, continúa la polémica sobre la construcción de nuevos embalses y pantanos para regular los ríos y se proyectan nuevos regadíos.El Canal de Aragón y Cataluña, que riega 100.000 hectáreas de los servicios de Huesca y Lérida, se cerrará a las 12.00 horas de la noche de mañana inartes ante la falta de agua de los embalses de Barasona y de Santa Ana, de los que se abastece. Sólo si el régimen de lluvias, iniciado tímidamente este fin de semana, se intensifica durante el mes de septiembre podrían evitarse las importantes pérdidas en la agricultura de la zona, alfalfa, maíz, girasoles y frutales, principalmente.

Las compuertas de los embalses de Barasona y Santa Ana deberían haberse cerrado ya, para el regadío, el pasado 31 de agosto, pero se aplazó dicha medida 48 horas en espera de las lluvias. En los últimos años ya hubo problemas con el agua para los agricultores del citado canal, del que se abastecen más de 200 comunidades de regantes, pero el presente ha sido el peor de todos. Los embalses se hallan en Aragón, por término medio, a menos de la mitad de su capacidad, según la medición de la Comisaría de Aguas del Ebro del 25 agosto. El pantano de Barasona, por ejemplo, sólo tiene 28 metros cúbicos de un total de 92; el de Mediano 228 hectómetros cúbicos de 405, y el de la Sotonera 88 de un total de 189 metros cúbicos.

La sequía no solo ha afectado a la agricultura y a la ganadería sino que unos 30 pueblos de Aragón se hallan en alerta roja al tener problemas de agua potable para su abastecimiento, y otros sufren restricciones. En la mayoría de los casos se trata de pequeñas poblaciones de las provincias de Zaragoza y Huesca, que se abastecen de las maneras más diversas, con cisternas, tanques de los bomberos o a través de manantiales. Tambíén algunas industrias han acusado la falta de agua, tal es el caso de la central térmica de Andorra, que se ha visto obligada a parar uno de sus grupos por problemas en su refrigeración. Endesa tuvo que indemnizar a los agricultores para que dejaran de regar sus cosechas y destinar el agua a la térmica.

Mientras ocurren estos problemas se ha suscitado en la región una viva polémica por la construcción de nuevos embalses, para la regulación de los ríos. Actualmente se encuentran paralizados varios proyectos ante la oposición de alguna de las partes afectadas por los proyectos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_