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GENTE

Alain Amouval

joven francés que veraneaba en Biarritz, no dudó en escoger la vía más rápida para ver a sus padres, residentes en Toulouse, a unos 300 kilómetros de Biarritz: robar un avión. Amouval, piloto con sólo 22 horas de vuelo, al no haber encontrado ningún coche que le llevara, acudió al aeropuerto de la localidad, donde no había ningún vuelo para Toulouse. Alain se dirigió entonces a los hangares del aeródromo y sustrajo una avioneta del aeroclub local. Sin ningún incidente, el joven llegaba poco después al aeropuerto de Toulouse, donde se presentó al día siguiente para hacer el viaje de regreso. Pero allí le esperaba la policía, avisada del robo.

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