Los comentarios de un locutor crean polémica en Francia
Los comentarios de Thierry Roland, un locutor de la primera cadena de televisión en Francia (TFl), durante el Mundial de México, han creado una seria polémica en ese país. Roland dijo el pasado domingo, durante el encuentro entre Inglaterra y Argentina, que era incomprensible que se hubiese confiado un partido de tal importancia a un árbitro tunecino. El comentario provocó una protesta oficial del embajador de Túnez en París, dispuesto a llevar la cuestión a los tribunales, y de la organización SOS Racisme, que combate el auge del racismo antiárabe en Francia.Thierry Roland es un comentarista polémico. Bautizado por el diario Libèration como "el innoble TR", en referencia al JR de Dallas, Roland fue el centro de varias críticas durante los primeros días del Mundial cuando, debido a los cortes de imagen y de voz en las transmisiones, llegó a decir que era incomprensible que se hubiese concedido la organización del campeonato a- "un país como México", y no a "un país adulto".
En 1976, en Sofía, había calificado de "sinvergüenza" a un árbitro al que reprochaba no habér pitado un penalti a favor de Francia. En el Mundial de 1982, en España, se quejó amargamente de la organización, lo que le valió un editorial en Diario 16. En 1985, cuando se produjo la tragedia del estadio Heysel, en Bruselas, en el que fallecieron 39 personas a causa de enfrentamientos entre hinchas ingleses e italianos, Roland se interrogaba continuamente sobre el momento en que el partido iba a poder iniciarse.
El último traspiés, cometido el pasado domingo, ha dejado en una situación delicada a Hervé Bourges, director de TFI, cercano al presidente François Mitterrand y amigo de varios dirigentes del Tercer Mundo. Bourges presentó sus excusas al embajador tunecino y, según éste, dijo estar "escandalizado". La dirección pidió a Roland que rectificase, y el periodista declaró: "Parece ser que mis comentarios han molestado un poco a la población tunecina de Francia. No tengo nada contra Túnez, es un bello país".
Roland ganó un concurso organizado por un semanario francés como el locutor que más veces se había equivocado en su trabajo.
