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La bomba del atentado de 1984 contra Thatcher en Brighton fue colocada un mes antes

La bomba de relojería que en octubre de 1984 estuvo a punto de causar en Brighton la muerte de la primera ministra británica, Margaret Thatcher, y de una gran parte de su Gobierno, fue colocada en un cuarto de baño del hotel donde el Partido Conservador celebraba su congreso anual casi un mes antes de que hiciera explosión. Cinco personas murieron en aquel atentado, cuya autoría suscribió el IRA.Según ha manifestado el fiscal Roy Amlot en la apertura del juicio contra Patrick Joseph Magee, un irlandés residente en Belfast, el artefacto fue colocado por éste, 24 días antes de que hiciera explosión, en el cuarto de baño de la habitación que había alquilado con nombre supuesto en el hotel.

El atentado, que se atribuyó después el Ejército Republicano Irlandés (IRA), se produjo a las 2.45 del 12 de octubre de 1984 en el Gran Hotel de la localidad veraniega de Brighton, a orillas del canal de la Mancha, donde la plana mayor de los tories (conservadores) británicos se alojaba durante la celebración de su reunión anual. La totalidad del hotel había sido alquilada por los conservadores para su congreso con dos años de anticipación.

El hecho conmocionó a la opinión pública mundial. Cinco personas resultaron muertas y más de 30 heridas, algunas de ellas de gravedad, como consecuencia de la explosión que, en palabras del fiscal, "estuvo en un tris de convertirse en el atentado más devastador de los provisionales del IRA". Los cinco muertos eran todos personas conocidas a escala nacional como sir Anthony Berry, diputado; Muriel Mac Lean, esposa del presidente de los conservadores escoceses; Jeanne Shtattock, mujer del presidente conservador para el Noroeste, y Anne Roberta Wakeham, esposa del principal portavoz gubernamental en los Comunes. Entre los heridos se encontraban el entonces ministro de Comercio e Industria y actual presidente del partido, Norman Tebbit, y su mujer.

Magee se declaró inocente de las siete acusaciones presentadas contra él, incluidas cinco de asesinato, así como de otra en la que el fiscal le acuso, en compañía de otras cuatro personas, dos hombres y dos mujeres, todos irlandeses, de intentar llevar a cabo una campaña de atentados terroristas entre enero y junio de 1985.

El edificio de Old Bailey, el tradicional tribunal de lo criminal en la city londinense fue material mente tomado por fuerzas especiales de Scotland Yard en previsión de un eventual intento de liberación de los acusados por parte de la organización terrorista irlandesa.

En las puertas de entrada al edificio se instalaron detectores de metal como los existentes en los aeropuertos y además se sometió a toda persona que intentó entrar a un minucioso registro.

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Se espera que el juicio dure entre ocho y diez semanas.

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