_
_
_
_
_
Entrevista:

Butragueño: "Siempre confié en mi inspiración pero ahora me traiciona"

Emilio Butragueño, delantero del Real Madrid y de la selección española, se encuentra en horas bajas. Los cuatro goles que lleva marcados en la Liga así lo expresan. El jugador no quiere obsesionarse con su baja forma. Pese a ello, accedió en esta entrevista a profundizar en el tema. La conclusión a la que se llega es que Butragueño atraviesa un mal momento y que igual que llegó desaparecerá porque no hay causas concretas en su crisis, que reconoce que es real.

Pregunta. Va a hacer dos años que debutó con el Real Madrid en Cádiz. En este tiempo, ¿quién ha sacado más partido, usted o el club?Respuesta. Yo he aportado mi juego y el club me ha dado prestigio. En este sentido, quizá me haya dado más él que yo. Juego en un equipo al que es muy difícil llegar. Salir de él es mucho más fácil que entrar porque el Madrid está en boca de todo el mundo y para mantenerte tienes que estar siempre muy alto. Estando en él son más fáciles de recibir las críticas que los elogios porque es un equipo que exige muchísimo. Por eso es muy difícil mantenerse en la primera línea durante mucho tiempo.

P. Y ahora ocurre que ha dejado de estar precisamente en la primera línea.

R. Sigo en el Madrid, pero no tan bien como antes. Llevo una serie de partidos en los que mi nivel no es el de antes. He tenido dos años muy buenos y ahora no es que sea lo contrario, pero, desde luego, no es como antes. Tampoco creo que haya llegado a defraudar ahora. Para eso tiene que pasar más tiempo.

Renovación e Ineficacia

P. Todo ha sido renovar y dejar de meter goles.

R. Lo de los goles es aleatorio. Es decir, para conseguirlos tiene que darse una serie de circunstancias en un partido. Yo valoro más el jugar bien o mal. Marcar un gol no es suficiente porque a veces depende de estar debajo de los palos para coger un rechazo. Ha habido partidos que he marcado goles importantes sin haber jugado bien y no he quedado contento, ni muchísimo menos.

P. Pero lo que quiere la afición son sus goles.

R. La opinión de los demás no me vale. Yo soy el primero que no está contento. Supongo que todo el, mundo tiene altibajos. Lo que pasa es que yo nunca los había sufrido. La gente se ha extrañado porque hasta ahora he tenido muchísima suerte, me salían bien las cosas, rendía a satisfacción y, de repente, he bajado un poco en mi juego porque atravieso una racha negativa. Lógicamente, la gente está descontenta, igual que lo estoy yo conmigo mismo.

P. ¿Ha podido influir la mayor responsabilidad que debe proporcionar el firmar un contrato tan elevado?

R. El solo hecho de vestir la camiseta del Madrid, independientemente de lo que te paguen, ya es una responsabilidad. Es como tener un examen cada semana. Cada partido no es normal. Hay que demostrar muchas cosas porque la gente está pendiente.

P. ¿Influyen los compañeros? Porque Juanito no le da demasiado juego.

R. No, no creo.

P. ¿Le acusan los jugadores de no encontrarle desmarcado como antes?

R. No lo sé.

P. ¿Le falta atención en el juego?

R. Desde fuera quizá se vean mejor las cosas. Mi preocupación ha llegado a un límite elevado de plantearme qué ha sucedido; desgraciadamente, sin encontrar la solución. No sé realmente los motivos. Cada partido que juego mal salgo muy preocupado. Examino todo detenidamente. Yo siempre he confiado en mi inspiración, pero últimamente me está traicionando. Lo único que puedo hacer es seguir trabajando y mantenerme físicamente bien, que es algo muy importante teniendo en cuenta que, si físicamente estás fresco, la mente funciona más rápido. Una mente cansada no funciona porque reaccionar un segundo más tarde es suficiente para que el contrario te quite el balón. Yo confío en mí mismo y en que esto tiene que cambiar pronto porque, como no cambie, mal veo las cosas.

P. Destacó con entrenadores cuestionados, Di Stéfano y Amancio, y ahora, cuando hay tranquilidad en el cuadro técnico y el equipo funciona, usted no rinde.

R. Es curioso, sí; con Molowny el equipo funciona muy bien. No sé... Es algo extraño todo esto. No encuentro justificación.

P. ¿Le sucede lo mismo en los entrenamientos?

R. Sí; en los entrenamientos, igual. Hay días que me encuentro bien y otros mal.

P. ¿Cuánto cobra en el Real Madrid?

R. Eso es algo muy personal.

P. Cuando estaba en el Castilla, lo decía.

R. La situación es diferente.

P. ¿Por qué?

R. La cuantía es distinta. Cuando se firma un contrato más o menos fuerte, prefiero que las cifras se queden en casa.

P. ¿Para declarar a Hacienda una cantidad distinta?

R. No. Es que se trata de algo superpersonal y no creo oportuno que la gente quiera saber cuánto gano.

P. ¿Qué hace con el dinero? Cien millones de pesetas al año es una cantidad como para pensar qué hacer con ella.

R. No me lo he planteado. Es ahora cuando empiezo a pensármelo, pero no me preocupa excesivamente.

P. ¿Forzó una alta renovación porque otros clubes estaban interesados en usted?

R. Tenía una serie de ofertas bastante fuertes y al club le dije que me quería quedar. Se llegó a un acuerdo feliz por ambas partes. Esto es como en el mercado. Si tienes competidores, se hace más difícil la operación.

P. ¿Estaba dispuesto a irse al Barcelona?

R. Si la diferencia hubiera sido abismal, yo tendría que haberme planteado mi futuro. Algún día ya no valdré para jugar, todavía me quedarán 30 o 40 años de vida y del aire no se vive.

P. ¿Ve justo que un club pague una elevadísima cantidad de dinero a un jugador sin que tenga asegurada su rentabilización?

R. Yo creo que en esta vida nadie regala nada, ni muchísimo menos. Si a alguien le ofrecen una cantidad de dinero es porque lo vale o porque interesa.

P. Pero el contrato es por cinco años y no existe ninguna garantía de que usted no pueda quedar inútil para el fútbol. Recibiría igualmente el dinero. ¿Sería eso un regalo por parte del club?

R. Eso es hablar de una desgracia. Insisto en que nadie regala nada. Cuando alguien quiere un coche normal, se compra un Seat; si quiere un gran coche, se compra un Mercedes. Es también como invertir dinero en una pieza de un rompecabezas. Supongo que será porque esa pieza lo vale. Si luego hay un accidente, claro que no seré rentable.

Responsabilidad

P. Lo justo entonces sería hacer contratos anuales.

R. Ahí no entro yo. Yo trabajo y me pagan por lo que hago. Estoy superfeliz porque hago lo que siempre he deseado y estoy en el club en el que soñé desde pequeño.

P. ¿Siente la responsabilidad de tener que ser rentable durante cinco años?

R. Mi grado de responsabilidad ha aumentado, pero no me ha enloquecido. Es decir, si yo he llegado al Real Madrid ha sido por cómo he jugado siempre, luego no tengo por qué cambiar la concepción que tengo del fútbol. Desde luego, estoy preocupado, no obsesionado, porque a veces cuantas más vueltas das a una cosa peor te sale. El fútbol todavía no me ha quitado el sueño. Cuando me lo quite, será mal síntoma.

P. ¿Puede dar una fecha para su recuperación?

R. No, porque me equivocaría. No puedo garantizar nada. Soy un ser humano que no sabe cómo va a ser el futuro.

P. ¿Qué esperanzas puede dar entonces a la afición?

R. Hay algo que puedo garantizar, que es la dedicación y el esfuerzo en el trabajo. Pensar en que todo me va a salir bien a partir de mañana no es posible porque aquí no se aprieta un botón y se arregla la situación. A lo mejor la mala racha desaparece a muy corto plazo porque ya dura bastante.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_