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EL FUTURO DEL MERCADO COMÚN

La 'guerra' de las comisarías

Los dos comisarios europeos, que tomarán posesión de sus carteras en los primeros días de enero próximo, tienen que ser aceptados por la Comisión Europea, porque el Estado miembro sólo tiene reservada la facultad de proponerlos formalmente. Se trata, sin embargo, de un paso calculado de antemano.En los últimos meses el presidente del Gobierno ha realizado gestiones sobre las áreas de responsabilidad que asumirán los representantes españoles en el órgano de gestión de la CEE. En la entrevista que mantuvo con Jaeques Delors en Madrid el pasado 18 de octubre, Felipe González dejó clara al presidente de la Comisión Europea la aspiración española de asumir el máximo de responsabilidades. Los papeles adjudicados de antemano reservaban a Manuel Marín una de las vicepresidencias. Las carteras para los dos comisarios serían Asuntos Sociales y Transportes. Sin embargo, se trata de un tema sometido a revisión porque se podría producir un reajuste general en la Comisión Europea.

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De vital interés serán las direcciones generales a adjudicar a España. Porcentualmente corresponden cinco direcciones generales, aunque la Comisión, por el problema de exceso de funcionarios que plantea el ingreso de España y Portugal, ofrece tres. Parece lógico conseguir las relaciones con América Latina y se negocia en firme para obtener la dirección de Pesca, cuyo titular actual se jubila, pero no están descartados otros puestos de relevancia. Entre los aspirantes españoles a convertirse en altos funcionarios de la CEE figuran Fernando Mansito y Vicente Parajón, dos de los colaboradores más próximos a Marín durante la última fase de las negociaciones. Santiago Gómez Reino será jefe de gabinete de Marín y el otro comisario elegirá su propio equipo.

El embajador representante permanente de España ante la CEE será Carlos Westendorp, aunque también en este plano se está actuando con retraso. El plácet preceptivo de las cancillerías europeas se está demorando más de lo previsto, según fuentes de la Secretaría de Estado para la CEE, y su toma de posesión tardará aún casi un mes. España tiene todavía que perfilar la articulación de la política que de cara a la CEE han de desarrollar los diferentes ministerios, en especial los económicos. A partir de enero, gran parte de las medidas que tiene que poner en práctica el Gobierno deben pasar previamente por la decisión de los Consejos de Ministros comunitarios.

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