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Peligro de alta contaminación si se conectan las calefacciones

Amelia Castilla

El Instituto Nacional de Meteorología informó ayer que no hay previsión de precipitaciones importantes sobre Madrid en un plazo de 15 o 20 días. La situación en la ciudad, que por el momento no es alarmante en lo que se refiere a contaminación, corre el peligro de variar significativamente en los próximos días si no se modifican las condiciones atmosféricas y entran en funcionamiento las calefacciones, que oficialmente se pueden encender a partir de mañana. Los embalses de la región, que se encuentran al 60% de su capacidad pese a que no llueve hace cuatro meses, tienen reservas de agua hasta el verano de 1987.

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Jorge Tinas, director del departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, explica que la contaminación en el momento actual "no es grave". Sin embargo, agrega, "puede variar en sentido totalmente negativo si llegamos a mediados de noviembre en la misma situación atmosférica, con tiempo seco y ausencia total de lluvias, y el descenso de las temperaturas obliga a encender las calefacciones".La reglamentación municipal autoriza el funcionamiento de las calefacciones centrales a partir de mañana, aunque no parece previsible que lo hagan en su totalidad dado que las temperaturas no son aún muy bajas. Sin embargo, es previsible que en los organismos de la Administración la calefacción se pongan en marchá el próximo lunes. Portavoces de los ministerios de Educación y Ciencia y de Transportes, Turismo y Comunicaciones confirmaron este extremo. En el primer departamento, este servicio lo efectúa una empresa contratada para ese fin.

En el caso de que se produjera una situación de alarma atmosférica, "lo que no es previsible ni siquiera en los meses de diciembre o enero, cuando los sistemas de calefacción funcionan a tope", el Ayuntamiento podría poner en marcha un plan de emergencia consistente en limitar las horas de utilización de las calefacciones y el aparcamiento de vehículos en las zonas más afectadas, para tratar de disuadir de su uso. El director del departamento de Medio Ambiente opina que estas medidas "resultarían suficientes para volver a los índices de contaminación normales".

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Los índices de contaminación se situaban ayer a las ocho de la mañana, hora considerada como la de mayor densidad de tráfico, en 75 microgramos de humos por metro cúbico -el límite máximo es 150- y 83 microgramos de óxido de azufre por metro cúbico (el nivel máximo es de 250).La normativa actual sobre contaminación en Madrid es mas rigurosa que en el resto de España y está equiparada a la existente en la Comunidad Económica Europea. Esta normativa, que entró en vigor el verano pasado, redujo notablemente los niveles de contaminación admitidos hasta entonces, que se situaban en 400 microgramos de óxido de azufre y 300 de humos y partículas en suspensión.

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El Ayuntamiento dispone de una red de 20 estaciones de medición repartidas por toda la ciudad, que suministra información actualizada cada media hora. Las estaciones de medición están ubicadas en las zonas donde se dan mayores concentraciones de elementos contaminantes. Gracias a esta red de control, mañana se pondrá en funcionamiento un servicio de información diaria sobre los niveles de contaminación y las previsiones para el día siguiente.

De todas formas, los técnicos municipales confían en que los nuevos medios de control, la normativa sancionadora a vehículos diesel con motores mal ajustados y la campaña de arreglo de calderas de carbón, mediante un programa de de subvenciones municipales, impedirán que se llegue a

situación creada en la ciudad a finales de 1979, cuando se alcanzaron los índices más altos de contaminación de la- historia.

El agua no falta

Las reservas de agua en los embalses de la región son óptimas. César Cimadevilla, presidente del Canal de Isabel II, manifestó ayer que "no existe ningún peligro de desabastecimiento, puesto que con los 600 millones de metros cúbicos almacenados tenemos agua hasta el verano de 1987. Las reservas actuales, gracias a la infraestructura hidráulica, son las más altas de los últimos años". Cimadevilla añadió que no existe ninguna razón para restringir el consumo, aunque se mantienen las recomendaciones normales para dosificar su uso.El presidente del Canal de Isabel II, empresa que abastece a la ciudad de Madrid y gran parte de la provincia, asegura que en ningún caso se repetirá la situación del, pasado año cuando se suspendió, como medida de precaución ante la situación de sequía, el baldeo de las calles y se redujo el riego de parques.

Los embalses se encuentran al 60%. de su capacidad y no existe, según Cimadevilla, peligro de contaminación, debido precisamente a que la cantidad de agua almacenada es muy alta.

Por el momento, las previsiones sobre precipitaciones son pesimistas. "Es posible que se produzcan lluvias en la sierra y que algo de agua llegue hasta la ciudad", declara un técnico del instituto, "pero en absoluto servirá para paliar la situación actual, que es totalmente anormal porque las temperaturas son demasiado altas para la estación en que nos encontramos".

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