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El Betis inicia una nueva etapa

La incertidumbre resume la situación del Betis con vistas a la próxima temporada. Sus miles de seguidores han superado ya el trance de la última jornada de la Liga pasada, en la que la campana les salvó del descenso. Después, el equipo técnico dio la baja a Esnaola y Cardeñosa y traspasó a Gordillo al Real Madrid en una operación considerada rentable para los verdiblancos. Esta jugada a tres bandas ha borrado del club los últimos vestigios del aquel Betis que logró la primera Copa del Rey, en 1977, y cierra el capítulo de renovación de la plantilla iniciado con el mandato de Gerardo Martínez Retamero.La mejor garantía de este nuevo conjunto reside en la persona del entrenador, Luis Cid, Carriega, quien protagonizó una inolvidable campaña en su priniera etapa bética, en la temporada 1981-1982. Ahora tendrá que demostrar a la afición, un tanto confusa ante tanta baja histórica, que el nuevo Betis funciona, que aspira a jugar en Europa y que la angustiosa mediocridad de la última temporada no volverá a repetirse. Su labor se verá compénsada y apoyada desde la secretaría técnica, cuya responsabilidad se ha dejado en manos de Julio Cardeñosa, que continúa integrado en su club de siempre y constituye una especie de símbolo de la anterior etapa.

Aparte de las tres bajas importantes, otros jugadores abandonaron la disciplina bética: el delantero Paco y el central Mantilla, traspasado al Mallorca. Esos huecos se han cubierto, en el caso del delantero, con el fichaje de Ito, procedente del Real Madrid, mediante un acuerdo incluido en la operación Gordillo. El Madrid se comprometió a jugar un partido de la pretemporada en Sevilla, frente al Betis, pero ambos clubes acordaron la suspensión del mismo y el traspaso del salmantino tras conocer que el primer partido de la Liga es, precisamente, entre los dos. La cercanía de los dos choques ponía en peligro la rentabilidad de las taquillas.

El eje central de la defensa se ha saldado con el ingreso del capitán del Sarajevo, el yugoslavo Hadzibegic, que ha sida internacional en varias ocasiones. Es un hombre de 28 años y 1,80 metros de estatura. Su edad infundió desconfianza en la afición, pero Carriega quería un jugador experimentado.

Finalmente, el Betis cuenta con jugadores llegados de las divisiones inferiores, entre los que destacan Reyes y Cristóbal, ya con experiencia en Primera División Tras la pretemporada realizada en el pueblo asturiano de Tapia de Casariego, el Betis se ha enfrentado con esos efectivos al Peñarol de Montevideo en dos ocasiones. En ambas salió derrotado por penaltis: la primera, en el trofeo Ciudad de Sevilla, y la segunda, en el Ciudad de Marbella.

En los dos encuentros se ha evidenciado el interés del equipo técnico en afianzar la línea medular, pero también se han notado imprecisiones en la delantera. La responsabilidad del arte bético queda ahora en las botas de Joaquín Parra, que, paradójicamente, tuvo problemas para renovar. Junto a él se alinean Suárez y el veteranísimo Ortega. Sus evoluciones en el centro deberán ser aprovechadas arriba por Rincón y Calderón.

Ito, la esperanza

Ito es la esperanza goleadora de última hora, pero la inactividad a que estuvo sometido en el Madrid ha jugado en su contra en los primeros partidos. Frente a tanta incógnita, dos factores mantienen vivo el espíritu del conjunto verdiblanco: el inquebrantable beticismo de los sevillanos y la entidad personal y profesional de Carriega.

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