El Betis ganó al Español con un gol en el último minuto
Todo comenzó con aire de hermandad entre dos aficiones. Béticos y españolistas compartían las gradas con un ambiente festivo. Una hora y media después la hermandad se había olvidado y las palmas sevillanas de alegría se confundían con los enfadados gritos de "¡tongo!, ¡tongo!".Anoche, el equipo sevillano jugó con la garra de los desesperados. La mentalidad curroromerista del Betis ha quedado enterrada hasta el año próximo porque ahora no puede permitirse las pájaras de las malas tardes del diestro taurino.
Como si jugasen contra un frontón, los blanquiazules parecían obsesionados con la pared creada por Carriega en el centro del campo. Así, las únicas jugadas de peligro llegaron con Gordillo.
La segunda mitad fue más caliente. A los tres minutos Pineda fue trabado en el área y Lauridsen lanzó fuera el penalti. Cuando Carriega ya debía estar dispuesto a besar a Guruceta para que pitase el final, llegó el gol que despierta al Betis de la pesadilla.