"La banca expropió Rumasa y el Gobierno remató la faena"

José María Ruiz-Mateos, fundador del imperio Rumasa, no contestaba ayer a ninguna pregunta sobre la concesión de la extradición. Sin embargo, hace 15 días concedía una entrevista exclusiva a EL PAIS en la que mantenía levantada el hacha de guerra contra todo y contra todos. "El Gobierno socialista no nacionalizó Rumasa, sino la gran banca. Yo acuso a Luis Valls Taberner y a Rafael Termes como cómplices, autores, dirigentes e inspiradores de la expropiación de Rumasa. El Gobierno fue el ejecutor, pero el autor fue la gran banca, inspirada y conducida y dirigida por Valls y Termes, que son los dueños y señores.

José María Ruiz-Mateos y Jiménez de Tejada, marqués de Olivara, a punto de cumplir 54 años, 13 hijos, aguardaba hace dos semanas a pie firme en medio del espacioso hall del hotel Intercontinental, las piernas abiertas, la frente alta, como un Curro Romero enhiesto dominando el tendido, con su terno impecable, los brazos cruzados, esperando al visitante.El financiero jerezano tiene un leit motiv obsesivo. "Luis Valls es el autor y coautor del expolio de Rumasa. Yo puse una confianza ¡limitada en ese señor, y ese señor me traicionó y me dio la puñalada del siglo.

"Luis Valls fue el go between entre Rumasa y el Banco de España. Mariano Rubio es el hombre que da la cara, pero el señor Mariano no es nadie, es un mandao, un hombre que acepta el protagonismo. Cuando, a partir de López de Letona, puesto por el mismo grupo de presión, Rumasa empezó a ser objeto de una arbitraria persecución por parte del Banco de España, yo analicé y me dije: ¿quién está detrás del Banco de España? Y al ir directo al tronco, me acerqué a Luis Valls".

"A partir de ese momento, él me acoge y me presta protección. Recuerdo que era período preelectoral. "Necesito 1.000 millones de pesetas", me dice, "para asesoramiento de tipo político", donde yo era un lego. Era una barbaridad de dinero, pero yo se lo di, porque eso es como el que paga una póliza de seguros. Él puso al equipo de los navalones (Antonio Navalón), que no son monjas de la caridad, pero para mi era lo de menos: los pone Valls, y ya está.

"En ese equipo, que en teoría me asesoraba, colaboraba de forma muy clara Adolfo Suárez, que puso sus hombres, como Alejandro Rebollo y Fernando Castedo. Lo dice Luis Valls: "Esto es lo que hace falta; perfecto". Y hay 1.000 millones por medio. Durante más de año y medio, ese equipo no consiguió que yo moviera un dedo sin la autorización de Valls. Incluso las ayudas de Rumasa a partidos políticos estuvieron supeditadas al consejo de mi buen amigo Luis Valls. Cuando yo dudaba de algo, Navalón me decía: "Llama, llama a Valls".

Felipe no ha cambiado nada

"Es curioso que el Gobierno socialista quiera apuntarse el tanto de la expropiación de Rumasa, cuando no ha hecho nada propio de un Gobierno socialista. Felipe no ha cambiado nada; no ha nacionalizado nada. Ni aborto, gracias Dios, entre paréntesis; ni LODE, ni OTAN..., y sobre todo, lo más importante, el poder económico sigue exactamente en las mismas manos, y el poder político está supeditado al económico, no nos engañemos. El Banco de España está en las mismas manos. La troika Boada, Boyer, Mariano Rubio estaba y está. Todo es una pantomima. Mira los consejos de administración de los grandes bancos. Todos son los mismos, con excepción del Hispano, que cayó en desgracia y que ha tenido un tratamiento muy singular".

"Dicen que si los socialistas... No, mire usted, los autores de la expropiación de Rumasa es la gran banca, y los socialistas están en un error si piensan que esto les da popularidad, porque no les ha servido para nada; ellos no han expropiado nada. Sólo aspavientos, amenazas, pero nada más, y ya han pasado dos años y pico. Este Gobierno ha metido la pata con Rumasa, y ésa es una bomba de relojería que le estallará algún dia; es un arma que se volverá en su contra".

"A Felipe le han engañado como a un chino. Rumasa ha sido un gol tremendo que la banca le ha metido al Gobierno socialista, pero ensañándose y valiéndose de mí"

"Es curioso que de las cinco comidas que tuve con Felipe antes de la expropiación, en cuatro de ellas él estaba en la línea de que Rumasa era única, que yo no formaba parte de la oligarquía conservadora española, que yo era un desclasado, 'y vamos a ver si arreglamos el problema del paro'. Pero la última comida con Felipe yo noté un cambio radical de actitud. Ahí ya funcionó el pacto. Y fue en casa de Crispín. Estaba en marcha la operación Sears, y me dice Felipe: 'A mí no me importan los Rockefeller siempre que estén sanos: Para, consolida, avanza después'. Era otro Felipe. Era ya el fuego cruzado. Yo, alarmado, hablo con los navalones y los Valls, y 'no, no hagas caso, tú adelante'. Y lo mismo Claudio Boada, que estuvo comiendo en Rumasa días antes de la expropiación y me decía: 'Es que Rumasa se ha hecho muy grande, muy grande'. Eran los mismos tiros cruzados".

Valls eligió a Crispín

"Porque, ¿cuál es el móvil de la expropiación de Rumasa? Yo creo que está claro. Todo lo que hice fue lo que me dijeron que tenía que hacer. La entrevista con Boyer, la conferencia de prensa del 22-F, que me indispuso con el Gobierno todo fue teledirigido por Valls. En Londres, yo seguía creyendo en Valls. Aguanta, me decía, el futuro es apasionante, nos veremos en un país con mis hermanos. Hasta que llegó un día a verme, ocho horas con él y no me dio ninguna explicación. Valls llegó incluso a escogerme a Matías Cortés, y hasta al mismo Crispín de Vicente, que es una espina que tengo clavada con Crispín".

"Y lo mismo en el tema de Arthur Andersen. El Banco de España y los Valls lo han utilizado como han querido. Ha sido inmoral la actuación de Manuel Soto. En un grupo tan enorme y habien do auditado sólo unas pocas empresas, nadie puede decir que el agujero es de doscientos y pico mil millones de pesetas. ¿Cómo pudo prestarse Arthur Andersen a una pantomima de este tipo? Cobraron mucho dinero y encima le vendieron la información al Banco de España".

"Antonio Navalón y Diego Selva se desplazaron tres veces a Chicago, a la sede de Arthur Andersen. Cada vez que se hablaba en el equipo que Luis Valls puso a mi disposición del tema Arthur Andersen, me decían que todo eso se lidiaba, que tenía sus métodos, que se prestaba a combinaciones, que era algo que se compraba, y en tres ocasiones trataron de pactar con la central en Chicago.

Escepticismo ante la defensa

Ruiz-Mateos se muestra escéptico sobre la batalla legal planteada en varios frentes por sus defensores. Lleva dos años dedicado principalmente a estudiar el tema de la expropiación. "Llevamos dos años en los que hasta ahora no se ha ganado absolutamente nada; todo es perdido; todos son fracasos y todo es ceder posiciones. Naturalmente, es un Gobierno tan prepotente que difícilmente se puede conseguir nada. Y creo que no se conseguirá nada, además, mientras exista ese muro impenetrable. Y como esto, al final, es un tema político entiendo que no hay nada que hacer".

"De ahí que Crispín de Vicente por propia iniciativa y sin consultarme, lanzara la idea del pacto, que yo veo completamente inviable. ¿Un pacto con los autores y ejecutores del expolio y crimen de Rumasa?".

Su espina, su fallo, fue no haber podido ingresar en el club de los grandes prohombres de la banca. "Claro que me hubiera gustado entrar en el Banesto. Siempre lo intenté. No lo oculto. Por eso me decía una vez Rafael Termes: 'Tú eres muy mal político, porque no sabes mentir'. Todos y cada uno de los siete grandes han sido objeto de mis ofertas para entrar en sus consejos. Yo ya había hecho unas gestiones con Banesto a través de López Bravo. El señor Valls me aconsejó después la conveniencia de tratar directamente el tema con Aguirre Gonzalo. Valls me decía: 'Banesto tendrá que vender la autocartera que tiene, porque el Banco de España le está amenazando'. Así que yo cité a Aguirre, y le faltó tiempo para venir; tuvimos una comida a solas en el edificio del paseo de Recoletos. Aguirre tomó nota, dijo que iba a contestar, pero no lo hizo. Tam bién hubo otro intento con Luis Usera, del Hispano, inducido tam bién por Luis Valls". "A Alfonso Escámez le hice también otra propuesta, esta vez a cambio de las acciones del Atlántico. Aquí está el 70% del Atlántico, valorado en tanto; a cambio de ello tú me das acciones del Central, con lo cual yo hubiera controlado un paquete importante. Escámez lo estudia, y le interesa el Atlántico, pero lo que no le interesa es a un servidor en el consejo del Central. Yo eso lo entiendo".

El Vizcaya también fue tentado. Lo mismo que el Bilbao, en una operación similar, con el Atlántico por medio. A Sánchez Asiain también le interesó la operación, pero sin Mateos, como dicen en Alemania. Todos fueron objeto de intento.