_
_
_
_
_

La inversión privada ascendió a 4,1 billones de pesetas en 1984, según José María Cuevas

Andreu Missé

La inversión privada en 1984 ascendió a 4,1 billones de pesetas, según manifestó ayer José María Cuevas, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), en el acto de presentación de la Federación Española de Artículos de Deporte y Ocio (Fedado). Cuevas añadió que la inversión del sector público en el mismo período ascendió a 700.000 millones de pesetas. El presidente de la cúpula patronal española hizo estas precisiones tras ser preguntado por las reducidas inversiones privadas en el pasado ejercicio, en el que los excedentes empresariales crecieron un 29%.

José María Cuevas dijo que no estaba seguro de que el excedente empresarial creciese un 29% en 1984 (según los datos provisionales de la Contabilidad Nacional), pero señaló que un elevado porcentaje de los beneficios de las empresas se habían destinado al saneamiento de las propias empresas.

El endeudamiento

Teniendo en cuenta la evolución de estas magnitudes, resulta que el crecimiento del excedente empresarial ha casi triplicado al de la inversión privada que, en este ejercicio, fue del 11,9 %. Hay que tener en cuenta que el volumen de la inversión privada, en 1983, ascendió a 3,66 billones de pesetas según el informe anual de Banco de España.En 1983, el crecimiento de los excedentes empresariales y de la inversión privada corrieron más parejos al crecer el 16,6% y el 9,9%, respectivamente.

Cuevas señaló que "la inversión que habían desarrollado las empresas se había efectuado aplicando los pocos beneficios obtenidos y endeudándose, a pesar de los altos tipos de interés. El problema", añadió, "es que ni la política económica del Gobierno ni la sociedad actual quiere correr riesgos y prefiere invertir en títulos que tienen la garantía del Estado".

En relación con el déficit de la Seguridad Social rechazó la idea de que los empresarios querían desmantelar la Seguridad Social. "Hay que tener en cuenta", dijo, "que las empresas españolas financian el 70% de los gastos de la Seguridad Social". "Lo que preocupa es que se gaste mal". Sobre este punto señaló que habría que pedir responsabilidades a las autoridades que habían decidido la inclusión de los afectados por los expedientes de regulación de empleo entre los beneficiarios del sistema. Por otra parte, recordó que estos elevados costos sociales significarían una dificultad adicional para las empresas con la incorporación de España a la Comunidad Económica Europea, ya que difícilmente podrían competir con los países en que las empresas sólo contribuyen con un 40% en los gastos sociales.

Manos de funcionario

Sobre la evolución concreta de las negociaciones afirmó que no había que preocuparse demasiado si no se cumplían los plazos previstos.Criticó a los Gobiernos que habían intervenido en las negociones, por marginar las fuerzas sociales y dejar las negociaciones en manos de funcionarios, que aunque a su juicio, habían demostrado un elevado nivel, no representaban a toda los sociedad. José María Cuevas dijo que también se había cometido el error de ligar la culminación de la entrada en la Comunidad Económica Europea con un éxito político. Aunque reconoció que el Gobierno actual no había caído en este error.

También manifestó su temor de que la aplicación del impuesto sobre el valor añadido no significaría una reducción de las cotizaciones de las empresas a la Seguridad Social, como se había dicho al principio, sino que sólo serviría para aumentar la capacidad recaudatoria.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_