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Falta de sincronía

Las energías con que ha comenzado la semana podrían llevar con excesiva facilidad a hacer un análisis inductivo de la situación de los mercados de valores, algo a lo que últimamente estamos acostumbrados debido a la aparente falta de sincronía que muestran unas sesiones con otras. Nadie diría, a la vista de los resultados conseguidos ayer, que la bolsa atraviesa una situación difícil de la que no parece capaz de salir por si misma. Pero hay otra serie de factores que conviene tener en cuenta para poder comprender estos altibajos.En primer lugar está la tranquilidad con que buena parte de los poseedores de títulos espera una situación más propicia para vender, cosa que hasta ahora no han hecho a pesar de que las caídas de los precios eran casi una invitación a dejarse llevar por las circunstancias. El constante descenso en los volúmenes de contratación indica que, al menos por el momento, los mercados no apuestan por una tendencia a la baja.

La demanda, en realidad no muy abultada, que provocó ayer la subida de los precios, parecía motivada más por el nivel que habían alcanzado éstos tras las últimas bajas, que porque se crea llegado el momento de la recuperación y de una subida generalizada, aunque cualquier motivo, también un empujón, puede ser la causa inicial de una nueva tendencia al alza.

Así las cosas, en el sector eléctrico se produjeron mejoras sustanciales, tal vez a la vista de la rentabilidad a que habían llegado algunos de los valores de este grupo. Lo abultado de los avances es de suponer que tenga su motivación en el largo período de despiste que vienen atravesando la mayoría de los inversores, sobre todo los que operan a corto plazo, y que en cada ocasión en que el mercado se muestra favorable, ven la posibilidad de que sea ese el punto de arranque y atacan con todos los medios a su alcance.

También en el sector de construcción se registraron avances interesantes, al igual que sucedió en alimentación, en donde los ánimos se enfriaron algo cuando, al tiempo que se anunciaba la suspensión de la contratación oficial por parte de la junta sindical de las acciones de Unión Cervezera, debido al compromiso de principio adoptado para que, por una entidad extranjera, se adquiera una participación significativa de su capital a través de una ampliación, se hacía correr un rumor sobre una posible operación acordeón. La confusión fue grande, toda vez que este valor ha venido siendo uno de los preferidos de la inversión a corto en los últimos tiempos.

En cuanto a los valores bancarios, se mantiene la polémica creada en torno a las nuevas disposiciones sobre su contratación, al tiempo que los datos que ofrece el ordenador no arrojan excesiva luz sobre la situación. El caso es que los saldos registrados mostraban un predominio de la demanda, con el Santander como el valor más solicitado con algo más de 44.000 títulos de saldo. La mejora fue tan sólo de dos enteros, mientras que el Popular, con un resto vendedor de 308 títulos, se veía obligado a retroceder cinco enteros. Telefónica, por su parte, aprovechó bien esta ocasión favorable y subió 1,5 enteros, logrando mejorar también la cotización de sus cupones en 1,25 pesetas. En suma, una sesión en la que todos pudieron ver las ventajas de un mercado alcista.

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