La salvación eterna de los pobres
La columna de Miguel Vicent Bendición (5-2-85), sobre la manipulación que se hace de los sentimientos religiosos de los pobres, me produjo un escalofrío. Reflejaba con soltura y profundidad la verdad del tema. Y que conste que creo en Dios y en todo lo que haga falta creer, pero tengo serias dudas de toda la parafernalia que rodea a las creencias religiosas. Supongo que estas cosas harán daño a mucha gente, totalmente reacia a cambiar de opinión o a vivir acorde con los tiempos; pero más daño hace comprobar, al cabo de los años, que hemos sido las víctimas de un monstruoso engaño, que se nos ha manipulado como títeres de feria y se nos ha anulado la voluntad y la capacidad de decisión.Si realmente fuese tan glorioso y dignificante ser pobre y pasar por toda suerte de miserias y calamidades con el único e hipotético fin de ganar el Cielo, ¿no creen ustedes que tal maravilla nos hubiese sido ocultada celosamente, para ser reservada a quienes preconizan dichas "purgas" mientras no carecen de nada? Yo creo que la única verdad está en ser honrado con uno mismo y en vivir sin hacer daño al prójimo, aunque sea difícil; pero no en engañar a los que no conocen otra cosa para tenerles sujetos y dóciles-