Kasparov acumula información para enfrentarse a Karpov en 1986
Gari Kasparov, el aspirante al título mundial que ostenta Anatoli Karpov, lleva días acumulando información en torno a su rival con el fin de plantear, durante los próximos meses, un nuevo ataque al cetro mundial. Kasparov, que tiene materialmente perdido el título con el contundente 1-5 actual de Karpov, intenta alargar el duelo para acortar el escandaloso tanteo, y es sin duda el único ajedrecista capaz de arrebatar el título a Karpov en 1986, si es que se cumplen las nuevas normas de la federación y ese año vuelve a disputarse el título. De momento no está preparado para largos enfrentamientos, y preferiría retrasar el próximo reto a 1987 o, incluso, volver a la vieja formula del campeonato a 24 partidas como tope.La nueva frontera está en 1986. Millones de aficionados al ajedrez de todo el mundo deseaban casi tanto como el propio Kasparov que la joven estrella aserbaiyana arrebatara el título mundial a Karpov.
Karpov reúne en su persona la austeridad, el dogrnatismo espartano y a la vez un gran pragrnatismo. Su reinado como campeón roza, al decir de sus oponentes, la pedantería. Antes de conseguir el título, Karpov ya ha insinuado con la mayor naturalidad que se considera como el mejor jugador del mundo. Además es amable y su juego está lleno de fantasía, con lo que consigue atraer más fácilmente al aficionado. Su juventud es otro factor que propicia a priori el cariño de los aficionados.
La experiencia de Karpov y su forja psicológica han resultado un muro inexpugnable para la juvenil pujanza de su rival. Tampoco hay que olvidar que el consolidado juego del campeón no se presta a esos malabarismos con los que Kasparov ha desarbolado a sus oponentes antes de llegar hasta Karpov.
