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La empresa Seat invertirá 126.000 millones de pesetas durante los próximos cinco años

, El plan de inversiones previsto para Seat en los próximos cinco años, aprobado por el Instituto Nacional de Industria (INI), prevé aportaciones de capital equivalentes a 126.086 millones de pesetas, que deberán aplicarse especialmente a la producción de futuros modelos de tecnología propia, a la fabricación de motores y a la automatización de los procesos productivos, según indica el documento Plan Estratégico de Seat: ciclo 1985-1989. Las inyecciones de capital completan la actualización del plan estratégico en el segundo ciclo, comprendido entre 1985 y 1989, cuyos objetivos son un fuerte aumento de la productividad y una expansión comercial que permitan equilibrar los resultados en 1987.

Las inyecciones financieras comprometidas por la sociedad en julio pasado para equilibrar las pérdidas acumuladas de los últimos ejercicios contemplan una ampliación de capital de 21.000 millones de pesetas y una aportación del INI equivalente a otros 21.000 millones durante el presente ejercicio.Otros capítulos previstos suponen aportaciones en los próximos años cercanas a los 100.000 millones de pesetas, aunque una buena parte de esta cantidad (66.000 millones de pesetas) ya había sido comprometida en 1981, en los primeros proyectos del plan estratégico.

Las inversiones no llegaron a materializarse entonces en los plazos prometidos, produciéndose un progresivo endeudamiento financiero, cuyos datos acumulados fueron contabilizados por la última inspección realizada por el INI en la empresa, en la que se apreció también la aplicación de criterios contables "inapropiados" (véase EL PAIS de 21 de julio).

Las nuevas previsiones del proyecto estratégico comprenden ahora una inversión progresiva en inmovilizado próxima a 25.000 millones anuales en pesetas de cada año, lo que totaliza 126.086 millones de pesetas corrientes.

Aumentar la productividad

Las principales partidas se refieren a la producción de futuros modelos propios, en los que la empresa invertirá 38.441 millones de pesetas, al desarrollo de modelos de tecnología Volkswagen (10.138 millones), a la producción e innovación de motores (25.793 millones) y a la automatización de los procesos y a la puesta a punto y funcionamiento del nuevo taller de pinturas (13.400 millones de pesetas).Todo ello permitirá, según las previsiones del plan estratégico en su segundo ciclo, aumentar más la productividad, colocándose en 1990 en un nivel de fabricación de 21,2 unidades por hombre y año. Esta cifra supondría prácticamente triplicar la productividad de 1981 -cuando se inició el plan estratégico, después de la delicada situación creada en Seat tras la retirada de Fiat-, situada entonces en 6,8 automóviles por hombre y año.

El nivel de productividad ha sido ya elevado de forma importante desde entonces: la empresa calcula que a final de este año se habrá duplicado respecto a 1981, colocándose en 12,9 vehículos por hombre y año, frente a 6,8 unidades. Esta elevación de la productividad, sin embargo, no ha ido acompañada de una mejora financiera: las pérdidas de la sociedad se elevaron a 35.700 millones en 1983, cantidad casi equivalente a los gastos financieros.

Este aumento de la productividad ha sido debido en buena parte a la reducción de plantilla practicada. En 1981, el número de vehículos fabricados ascendió a 206.961, mientras que la plantilla se elevaba a 30.919 personas. La curva se disparó en 1982 a un nivel de productividad de 9,7 unidades fabricadas por hombre y año, debido esencialmente a la reducción de 5.300 puestos de trabajo, a la puesta en práctica de diversos expedientes de regulación parcial de empleo y al aumento hasta 246.406 de los vehículos fabricados, paralelo a la reducción de las existencias almacenadas.

Las previsiones de fabricación para final de 1984 comprenden 315.000 automóviles, atribuidos a una plantilla media durante el ejercicio de 24.424 personas, lo que equivale a un nivel de producción relativa por persona de 12,9 unidades. Los esfuerzos de la reconversión prevén un nuevo ciclo en el próximo quinquenio, de forma que al finalizar el proyecto las expectativas de productividad se sitúan en 21,2 unidades por persona y año.

Seat pretende para ello llevar a cabo una nueva reducción de plantilla que afectará a cerca de 4.000 personas en los próximos cinco años. La reducción se hará mediante rescisiones de contratos incentivadas, bajas vegetativas y trasvase de mano de obra indirecta a directa. Paralelamente, se llevará a cabo un plan de expansión industrial, tecnológico y comercial que comprende la simplificación de los modelos producidos y fuertes inyecciones de capital.

La dirección de la empresa prevé conseguir resultados positivos estables sólo al final del proyecto, en 1990, aunque podría conseguirse un equilibro en los balances en 1987 y se espera un cash-flow positivo (beneficios más amortizaciones) en el ejercicio de 1985.

Las primeras confrontaciones sobre el aspecto laboral se producirán esta misma semana, al iniciarse la discusión con la comisión de seguimiento de los detalles del plan actualizado, aprobado por el INI. La plataforma de negociación elaborada por CC OO, que está siendo discutida estos días con UGT para su asunción por la comisión de seguimiento, contempla el necesario rejuvenecimiento de la plantilla, paralelo a la aceptación de jubilaciones anticipadas y la negociación de trasvases de personal.

Empleo juvenil

La plataforma propone un plan de contratación de empleo juvenil para sustituir durante el mismo período del plan estratégico a los trabajadores que quieran acogerse a fórmulas de jubilación anticipada. La elevada edad media de los trabajadores de Seat que actualmente ocupan puestos en las cadenas de montaje se considera sindicalmente opuesta a los criterios de salud laboral y productividad actualmente mantenidos en Europa. La propuesta emplaza a la empresa a definir por centros la cantidad de plantilla necesaria y su desglose por grupos.Los objetivos del plan empresarial, en cuanto a la plantilla, pretenden mantener e incluso aumentar el número de trabajadores empleados como mano de obra directa, que en la actualidad se eleva a 12.692, de forma que en 1990 a este sector quedarían adscritos 12.134 trabajadores.

Los grupos afectados por la reconversión son esencialmente el de mano de obra indirecta, que pasaría de 4.881 trabajadores en 1984 a 3.087 en 1990, y el de técnicos y administrativos, que evolucionará de 6.283 trabajadores a 4.073. Aumenta ligeramente, en cambio, el grupo de personal directivo y superior, ahora compuesto por 568 personas.

Los mayores sacrificios de esta nueva etapa parece que se pretenden llevar a cabo durante los dos próximos años, en los que la dirección desea reducir la plantilla en aproximadamente 1.800 trabajadores y, paralelamente, aumentar la fabricación en 84.000 unidades.

De cumplirse estas previsiones, se disparará de nuevo la curva de productividad, de modo que en 1986 se fabricarían 399.000 vehículos ' con una plantilla reforzada en cuanto a la mano de obra directa y los altos cuadros, pero disminuida globalmente a 22.645 personas. La productividad hombre / año se habría elevado a 17,6 coches por persona y prácticamente habría triplicado las cifras de 1981.

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