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El déficit del Estado, próximo a los 900.000 millones, se financia casi totalmente con pagarés del Tesoro

El déficit del Estado, que se ha movido durante los últimos dos meses en niveles próximos a los 900.000 millones de pesetas, se ha financiado en su gran mayoría con deuda a un año (pagarés del Tesoro). Aunque los presupuestos estatales atribuían a esta modalidad una tercera parte del total (450.000 millones), hasta finales de mayo los pagarés habían proporcionado una financiación neta de 767.470 millones de pesetas, y la deuda exterior, otros 126.914 millones. En cambio, las emisiones del resto de la deuda han aportado menos dinero que el pagado para amortizar la de años anteriores. Las estimaciones de la patronal bancaria AEB sitúan las necesidades de endeudamiento del sector público durante el primer semestre en 1,23 billones de pesetas, lo que representa un aumento de 587.000 millones respecto al mismo período de 1983.

De los 190.100 millones de pesetas que deben ser amortizados este año en deuda interior a medio y largo plazo, al terminar el mes de mayo iban devueltos 43.503 millones, según datos de la Intervención General del Estado. Para préstamos del exterior, las obligaciones de amortización se cifraban en 34.900 millones, de los cuales se han cubierto 9.410 millones.Por el contrario, las emisiones realizadas de deuda interior ascendían a finales de mayo a 34.748 millones, sin contar reinversiones por 8.500 millones, y las de deuda exterior, a 136.324 millones de pesetas.

Devolución de dinero

Así pues, mientras que la deuda exterior ha permitido una financiación neta de 126.914 millones de pesetas, la aportación de la deuda pública interior ha sido negativa en 8.755 millones de pesetas. En el primer caso, el incremento respecto a las mismas fechas de 1983 ha sido del 267,6%, en tanto que el año pasado la deuda pública interior había proporcionado al terminar mayo 31.532 millones de pesetas. Todo ello indica que la financiación del déficit de caja del Estado ha recaído casi exclusivamente en los pagarés del Tesoro, cuyas emisiones han permitido además al Estado devolver dinero al Banco de España, en lugar de recurrir al mismo. Dicha modalidad de deuda pública a corto plazo (casi toda a un año) ha aportado 767.470 millones de pesetas, frente a los 274.386 millones de pesetas de 1983. A finales de mayo, el déficit de caja del Estado era de 772.000 millones de pesetas.Los objetivos fijados para todo el año, al elaborar los Presupuestos del Estado, eran financiar un déficit inicial de 1.051.712 millones de pesetas, más los 279.776 millones de gastos netos financieros. De los 1,33 billones de pesetas totales, un 33,8% saldría de pagarés del Tesoro (es decir, 450.000 millones de pesetas), otro 25,3% de la deuda pública (es decir, 411.000 millones, de ellos 336.000 interior y 75.000 exterior) y el resto del recurso al Banco de España (el 35,3% del total).

Pese a las indicadas desviaciones en las fuentes de financiación del déficit y a que en la primera semana de junio el déficit inicial no financiero del Estado superaba ya los 800.000 millones de pesetas, con incremento del 70,9% respecto a las mismas fechas del año anterior, fuentes de Hacienda han insistido en que cuando termine el año se habrán cumplido los objetivos de déficit.

Según fuentes de la Dirección General de Política Financiera, la aportación de la deuda interior cambiará radicalmente en los próximos meses, para ajustarse al final a los objetivos, salvo en la ya conocida sustitución de recursos interiores por exteriores. Agregaron al respecto que la última emisión de bonos al. 15,75% de interés y cuatro años de plazo ha resultado un éxito, por cuanto era de 25.000 millones y ha podido ser ampliada a 39.000 millones de pesetas.

Gastos por intereses

Con las emisiones en marcha y las más inmediatas hasta finales de agosto -especialmente la de deuda desgravable y la subasta de obligaciones del Estado prevista para el 28 de agosto-, se espera quebrar la presente contribución negativa de la deuda interior. Mientras que las amortizaciones apenas superarán entonces los 50.000 millones de pesetas, las emisiones excederán ampliamente los 100.000, para luego engrosarse en la segunda parte del año.Sin embargo, las perspectivas son menos optimistas en cuanto a los gastos por intereses, que se han desviado respecto a las previsiones iniciales, tanto para la deuda pública (la anterior emisión de bonos había sido al 15,5% y a tres años) como en los tipos y en la cantidad requerida para pagarés del Tesoro, pese a que la remuneración de los primeros ha bajado más dos puntos en lo que va de año. Si bien el capítulo de intereses de los Presupuestos del Estado está dotado con 290.000 millones de pesetas, cifra superior en un 54% a la de 1983, y las amortizaciones iban a ascender además a otros 253.808 millones de pesetas, las desviaciones en el primero ya son ostensibles, aunque de momento no se han reflejado en la realización de los presupuestos.

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