Recuperar los bosques

Los últimos datos facilitados a este periódico por la Generalitat de Cataluña respecto a la superficie arbolada que ha resultado quemada durante el pasado mes de julio por incendios forestales suponen una grata noticia. Durante él citado mes se han quemado en Cataluña 10.060 hectáreas menos de superficie arbolada que en el mismo período del pasado año, con lo que se ha conseguido que las hectáreas con árboles que han sido pasto de las llamas hayan bajado a sólo 140.Cabe felicitarse por el éxito obtenido en las campañas de prevención de incendios forestales puestas en marcha desde hace tiempo por la Generalitat y por otras instituciones. Pero eso no es todo. La recuperación de la riqueza forestal de Cataluña debe ser obra de todos. En esta temática, las campañas mejor organizadas y los esfuerzos más exhaustivos de los hombres que integran los servicios de extinción de incendios están destinados al más rotundo fracaso si no hay colaboración de los ciudadanos.

( ... ) Las imprudencias sólo pueden eliminarse mediante la colaboración de los ciudadanos, mediante la conciencia clara -absolutamente por parte de todos- de que la recuperación de1a riqueza forestal de Cataluña no es sólo cosa de los organismos y cuerpos dedicados a la lucha contra los incendios, sino de todos los que vivimos en Cataluña y disfrutamos de los bosques -los que nos quedan- que ocupan amplias zonas de su geografía.

Los datos antes citados indican que estamos en el buen camino. Indican que hay apoyo y colaboración de los ciudadanos con los organismos que luchan contra los incendios forestales. Pero hace falta más. Hace falta que no se queme ni una sola hectárea de bosque, para lo cual será necesario que colaboremos todos. La riqueza forestal de Cataluña es un patrimonio colectivo de todos los catalanes, y todos, por tanto, debemos hacer un esfuerzo para no solamente mantenerla, sino también para conseguir su total recuperación. Por el bien de todos.