Padres de alumnos piden que las Escuelas Aguirre vuelvan a albergar un centro docente
La Asociación de Padres del colegio público Nuestra Señora de la Almudena ha pedido de nuevo al ayuntamiento que el edificio de las Escuelas Aguirre, situado en la confluencia de las calles de Alcalá y O'Donnell y actualmente ocupado por las oficinas del censo municipal, se destine a su función tradicional, la de centro docente, lo que aliviaría la tremenda congestión que sufren el colegio citado y otros del barrio de Salamanca.
Los padres alegan que existe un compromiso del alcalde, Enrique Tierno, para restituir las Escuelas Aguirre a su función docente.El colegio Nuestra Señora de la Almudena, en el número 48 de la calle de Lope de Rueda, alberga a más de 800 alumnos, de los que 200, ante la absoluta falta de espacio del centro, fueron trasladados años atrás a un local situado en la calle del Doctor Castelo, 24. El edificio principal, concebido para nueve aulas, tiene hoy 21, para lo que se ha aprovechado todo el espacio disponible, a costa, según la información facilitada por los padres, de dejar al colegio sin biblioteca, laboratorio o salas de reuniones.
La situación en el anexo de Doctor Castelo es similar, agravada por el hecho de que no existe ni un patio de recreo. Sólo los niños más pequeños, los de 1º y 2º de EGB, pueden bajar a un pasillo estrecho, en forma de L, que hace las veces de lugar de recreo. Los de cursos superiores no tienen recreo, por la sencilla razón de que no caben. La asociación de padres ha enviado un escrito a José María Maravall, ministro de Educación y Ciencia y vecino del barrio, en el que plantean la situación y se quejan de haber sido engañados por el ayuntamiento y el delegado provincial de Educación, Gonzalo Junoy.
Después de otras promesas, tanto el ayuntamiento como la delegación ministerial ofrecen realizar obras de ampliación en el colegio Lope de Rueda, por valor de 60 millones de pesetas. Los padres estiman que invertir esta cantidad en un colegio congestionado, que seguiría estándolo por muchos cambios interiores que se puedan hacer, es un despilfarro, y recuerdan que Enrique Tierno prometió en su día que el edificio de las Escuelas Aguirre volvería a su función tradicional de centro docente.
