Enher dedica íntegramente a reservas los 1.200 millones de beneficios conseguidos en 1983
La junta ordinaria de accionistas de la Empresa Nacional Hidroeléctrica del Ribagorzana, SA, (Enher) aprobó ayer, con la oposición minoritaria de 168 votos, destinar a reservas voluntarias la totalidad de los beneficios obtenidos durante el ejercicio de 1983, equivalente a 1.208 millones de pesetas.
La propuesta del consejo de administración provocó crispaciones en la asamblea, en la que varios accionistas minoritarios se opusieron a la decisión y reclamaron que se recortara el reparto de dividendo sin llegar a la anulación total. Las votaciones en contra alcanzaron, sin embargo, sólo a 12 personas, representantes de 168 votos y 16.892 acciones.
El ejercicio de 1983 fue calificado de particularmente relevante para el sector eléctrico por el presidente en funciones de Enher, Francisco Guárner Vila. Destacó el protocolo firmado por el Ministerio de Industria y las empresas eléctricas, la revisión del Plan Energético Nacional y el carácter de servicio público del sector.
La transferencia de la participación del INI en Enher a Endesa y la ratificación de la autorización de construcción de la central nuclear Vandellós II sobresalieron en la explicación de la memoria. La aplicación de los beneficios a reservas se justificó por las recomendaciones oficiales sobre el sector y la contención de tarifas, y, especialmente, por las consecuencias de la baja hidraulización registrada durante 1983. El presidente de la sociedad anunció una próxima nueva operación de ampliación de capital de 11.000 millones.
