El Gobierno italiano aprueba un nuevo decreto que modera las subidas salariales
El Gobierno italiano replicó ayer al Partido Comunista Italiano (PCI), máximo oponente al recorte de los salarios, con la aprobación de un nuevo decreto-ley que reduce la paga de los trabajadores. Después de que el primer decreto-ley no fuese aprobado el martes por la Cámara de Diputados por falta de tiempo legal, tras la obstrucción sistemática del partido comunista y de los grupos de extrema izquierda, el Gobierno que preside el socialista Bettino Craxi decretó en Consejo de Ministros un nuevo texto antiinflacionista.
El nuevo decreto-ley establece el recorte de tres puntos durante seis meses (a diferencia del año previsto en el decreto anterior) en la escala móvil y bloquea los precios administrados y vigilados, al objeto de mantener la inflación en el 10% previsto para este año.
La escala móvil es un mecanismo en vigor desde el final de la segunda guerra mundial, que dispone de un incremento automático, trimestral y lineal de los salarios, de acuerdo con una lista de 80 productos de consumo. Mientras los artículos que integran el IPC están sujetos a autorización, los de la escala móvil son una mezcla de productos de precio libre y productos de precios vigilados que aumentan la inflación y hacen que los salarios suban más que los precios.
Sin modificar la escala móvil, afirma el Gobierno, no se puede mantener la inflación por debajo del 10% fijado, y, por tanto, la previsión se ve comprometida. La escala móvil, dicen en cambio los comunistas, "es la mayor conquista social de los trabajadores italianos y en modo alguno se puede tocar".
El decreto-ley anterior provocó además la ruptura de la unidad sindical entre las tres grandes centrales de trabajadores (CGIL, de mayoría comunista; CISL, democristiana, y UIL, socialista), al oponerse la comunista a las medidas económicas del Ejecutivo. El nuevo decreto deberá ser refrendado por ambas Cámaras en el plazo máximo de 60 días.
