Casi 20 millones de personas ven 'Un, dos, tres', primero en audiencia durante 1983

Los españoles, durante 1983, no solamente ven más televisión -un promedio de tres horas y 22 minutos diarios-, si no que, además, han creado 300.000 nuevos adeptos. El programa favorito de la audiencia, una vez desaparecida la serie Dallas, es el concurso Un, dos, tres, inmediatamente seguido por la película de los sábados por la noche.

Las cifras facilitadas por el Estudio General de Medios -encuestas financiadas por los anunciantes- son astronómicas en términos absolutos. Diariamente se ponen ante la pequeña pantalla un promedio de 21.294.000 personas, lo que equivale al 80,4% de la población mayor de 15 años. En términos relativos, el crecimiento de la audiencia y la aceptación de los programas no ha variado sustancialmente. El crecimiento se halla estabilizado desde hace años. Con respecto a 1982, el año pasado ha habido un aumento de la audiencia del 1,3%.El viernes fue, durante 1983, uno de los días de mayor audiencia. Un promedio de 19.326.000 espectadores veían el programaconcurso de Narciso Ibáñez Serrador, que vino a reforzar durante una temporada una serie, también española, de gran aceptación: Anillos de oro. El anuncio más caro sigue siendo, sin embargo, el que se emite alrededor de las 22,30 del sábado. Los 20 segundos cuestan 2.900.000, pesetas. Como contrapunto, el programa que menos ven los españoles, de la primera cadena, el emitido entre las 10 y las 11 de la mañana del domingo, es decir, El día del Señor y la Santa misa. Éste lo ven el 2,6% de la audiencia mayor de 15 años, frente al 62%, porcentaje de televidentes que ven el Un, dos, tres.

La hora de emisión es, indudablemente, un factor muy determinante. Los mayores niveles de audiencia se consiguen generalmente por la noche, mientras que los menores se observan durante las mañanas de los sábados y domingos y las sobremesas en general. Según los datos, el programa que menos se ve pertenece a la segunda cadena. Se trata del emitido entre las 15,30 y las 16,00 horas del viernes, espacio en el cual se emitía primero la serie Rainbow y, después, La época de las catedrales. El nivel de audiencia de los mismos es de un 0,1%.

El arrastre de los telediarios

"Las conclusiones más significativas que nosotros hemos sacado del estudio", dice José María Torre Cervigón, director del Gabinete Técnico de TVE, "es que, en primer lugar, hemos conseguido pasar la barrera de los 20 millones de espectadores en la primera cadena. La segunda sigue su proceso de estabilización, entrando en competencia con el primer programa. Otra conclusión interesante es que, también por primera vez, hemos detectado que la audiencia ha empezado a seleccionar programas. Antes, el espectador veía la televisión indiscriminadamente; ahora elige qué es lo que quiere ver. Y así, hemos observado cómo ha habido programas capaces de arrastrar a la audiencia, como los casos de los telediarios, al pasar a emitirse a las 20.30 horas o la serie Fama".Por el mismo orden, efectivamente, cuatro días a la semana, la audiencia de la primera, cadena supera la barrera de los 20 millones. Los días de mayor audiencia son el sábado, el viernes, el miércoles y el martes, con 21.426.000 espectadores, 21.043.000, 20.996.000 y 20.917.000, respectivamente. El día más flojo de la semana es el lunes, con un promedio de 18.445.000 espectadores. El bajón más espectacular -un 1,9% menos- ha sido el sufrido por la programación del martes. La razón está en la supresión de Dallas, primer programa de 1982, que se emitía en esa noche de la semana.

Mientras un promedio de 20.067.000 espectadores -el 75,8%- optan por la primera cadena, durante 1983 eligieron la segunda 6.565.000, lo que significa un porcentaje del 24,8%. La subida, por tanto, continúa en su afianzado avance. Con respecto al año anterior, la cifra supone un incremento del 1,5%. Si se mira todavía más hacia atrás, se demuestra que el crecimiento de la segunda cadena es inexorable. En 1979, sólo el 5,9% de los españoles mayores de 15 años veían ese segundo canal.

Los datos del Estudio General de Medios respecto a los informativos de la tarde en la primera cadena evidencian que, en primer lugar, éstos atraen la atención del espectador con un nivel medio-alto de audiencia, al igual que el telediario de las tres de la tarde. El cambio efectuado durante el último trimentre, al pasar el Telediario 2 de las 21.00 a las 20.30 horas, los datos demuestran que la audiencia ha sido arrastrada. Esa media hora era, antes, de una baja audiencia que en, en 1982, se situaba en el 18,5%. El Telediario 2, debido al cambio, se ve menos, pero ha conseguido en poco tiempo subir el nivel de audiencia. Por poner un ejemplo, un jueves de primeros de año 1983 se emitía de 20.30 a 21.00 el programa La vida secreta de E.Briggs, con una audiencia del 16,7%, y el Telediario 2, durante la media hora siguiente, con un 41,2%. En el último trimestres, el Telediario 2 obtuvo, entre las 20.30 y las 21.00 horas, una audiencia del 34,3%.

El impacto de los datos

Todos estos datos componen el instrumento esencial de los responsables de TVE a la hora de hacer la programación. Ramón Gómez Redondo, director de programas, tuvo ayer diversas reuniones que no le permitieron atender las llamadas que le proponían explicar las primeras consecuencias que hubiera podido deducir del análisis de los datos.Datos que son, sin duda, una guía imprescindible para los anunciantes, que, hoy por hoy, no pueden elegir más que entre una sola televisión estatal, pero sí conocer el impacto de sus mensajes. "Para los publicitarios, todos estos datos no sólo son fiables; es que son nuestra biblia", dice Eugenio de Frutos, director de una agencia de publicidad y presidente del Estudio General de Medios. Vistas y analizadas las encuestas, los publicistas prefieren introducir sus anuncios en los descansos de los programas más aceptados por la audiencia. Los precios varían poco, entre los 2.300.000 y los 2.900.000 pesetas por cada 20 segundos, de manera que conseguir un buen bloque horario es un problema que se dilucida en la carrera contra-reloj; el espacio deseado es para el primero que llegue. "Lo más barato es siempre la televisión, porque para el publicitario poder llegar a grandes públicos es esencial", dice Ricardo Pérez, director de otra agencia publicitaria.