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Cada mercado, a su aire

Los cuatro mercados de valores tuvieron ayer comportamientos desiguales que se vieron repartidos de esta manera: Madrid y Bilbao registraron las incidencias de la lógica reacción técnica tras las fuertes subidas del martes, mientras que Barcelona y Valencia continuaron con la corriente alzista y sólo a última hora registraron algún que otro amago de realizaciones.En Barcelona, continuó el clima de contratación abundante, siguiendo con la tónica de las últimas sesiones, que propició que todos los sectores registrasen una evolución con signo positivo que, salvo en eléctricas, bancos industriales y monopolios, superaron el punto y en el caso de las constructoras subieron más de tres. La irregular actuación del sector bancario, en el que, al igual que en los otros mercados, se empezaron a realizar las suculentas plusvalías acumuladas, alertó a los inversores y, aunque al cierre había un predominio del dinero, se comenzaron a detectar posturas realizadoras.

La explicación de esta situación es bien sencilla, el impulso que las bolsas tomaron el martes era bastante profundo y ayer aún se dejó notar la inercia propia de un movimiento tan fuerte. El que prácticamente todos los operadores del mercado apuntasen la inminencia de ajustes técnicos, no resultó tan convincente como la propia fuerza de las subidas.

De ahí que, a pesar de producirse ajustes en todos los mercados, se viesen confundidos con el movimiento alcista y, con ligeras diferencias, todos ellos registrasen variaciones positivas en sus índices generales.

En el mercado madrileño, se produjeron las esperadas activaciones de los sectores eléctricos y de construcción. En el primero se detectó una cierta timidez, tal vez porque nadie quería verse sorprendido si las realizaciones llegaban hasta aquí. Fue el único sector que mantuvo una trayectoria similar a la de sesiones anteriores en sus corros, no llegando en ningún momento al nivel de animación que mantuvieron los demás. A pesar de esto, se lograron pequeñas subidas generalizadas que sirvieron para mantener al sector en el actual rumbo del mercado.

Entre las constructoras hubo comportamientos diferentes entre los distintos grupos que lo integran. Las cementeras no terminaron de afianzarse y sufrieron continuamente los tanteos, tanto compradores como vendedores, de los inversores. Por el contarío, constructoras e inversión mantienen una postura más coherente con el fondo general del mercado.

Los bancos fueron, una vez más, los protagonistas de la sesión y no sólo por ser los motores del mercado, sino porque en ellos se esperaba ver la solidez de la base. La realización de beneficios, no por esperada, no era temida y se salvó con un saldo que se considera positivo.

En las operaciones por caja de los siete grandes, se observaba un equilibrio entre la oferta y la demanda que al final, daba una cifra de tan solo 17.505 títulos a la venta, con unos resultados que decían tanto del mercado como del sector.

Los especialistas coinciden en señalar que las sesiones que quedan hasta las vacaciones de Semana Santa van a ser un buen test para los mercados de valores, que permitirá calibrar adecuadamente la solidez que tienen. La mayoría de ellos coincide en señalar también su confianza en el desarrollo, al menos a medio plazo, de las actuales tendencias.

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