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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Una imagen de Anna María Pierangeli

Un día de 1972 fue hallada muerta en su casa de Hollywood. Tenía 40 años y un mar de barbitúricos anegándole el estómago. Había sido la novia del cine 23 años atrás, cuando impuso el tipo de muchacha que a los americanos que hicieron la guerra en Anzio les hubiera gustado presentar a su madre. Anna Maria Pierangeli, más conocida como Pier Angeli, había llegado al cine por caminos que nada tuvieron que ver con los concursos de belleza que, en la postguerra, surtían de estrellas Cinecittá. Dulcemente, como era su estilo, se convirtió en la adolescente de Mañana será tarde, un dudoso filme de denuncia que Leonide Moguy dirigió, y cuya secuela todavía más discutible es Mañana será otro día. Pier Angeli vivió a partir de entonces un sueño: Hollywood la contrató para rodar Teresa, bajo la dirección de Zinneman, y siguió dando carne al mito, al papel de chica sufrida para el que parecía predestinada. Luego vinieron algunas películas de cierta calidad, luego bodrios, y luego nada. Por si fuera poco, se convirtió en la chica de James Dean. A la muerte del ídolo, dos matrimonios fracasados. Y la personalidad escindida, como su propio nombre. Hoy pocos recuerdan que Pier Angeli murió. Ni siquiera que estuvo viva. Verla puede ser una forma de rendirle el homenaje pequeño que su pequeña historia necesita.

Mañana será otro día se emite hoy a las 15.35 por la primera cadena.

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