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Críticas al informe de Anselmo López sobre la tesorería de la Asociación de los Comités Olímpicos Nacionales

ENVIADO ESPECIAL, El tema económico continúa acaparando la atención del olimpismo reunido en Los Angeles. El informe del tesorero de la Asociación de los Comités Olímpicos Nacionales, Anselmo López, fue criticado por su precipitación. El centro de la jornada, mientras empieza a repartirse la propaganda de Bárcelona-92, no fue el Comité Organizador de los Juegos de 1984, sino los casos del recordman mundial de atletismo Reinaldo Nehemialí y del sioux Jim Thorpe.

La Asociación de Comités Olímpicos Nacionales (ACNO), de muy reciente creación en el movimiento olímpico, aún lucha por tener una mayor independencia económica. Fueron muy discutidos los infmes del tesorero, Anselmo López, observados ya en la gran sala del hotel Biltmore por su superior español Romá Cuyás. Esta cierta penuria contrastó, por ejemplo, con los cerca de 250 millones de pesetas que contrató ayer la Federación Internacional de Atletismo con dos firmas publicitarias para los primeros campeonatos mundiales de agosto en Helsinki.Ayer se celebró el juicio deportivo contra Reinaldo Nehemiah. La historia del atleta que todavía ostenta el récord mundial de los 110 metros vallas (el único historia que ha bajado de los trece segundos), es un capítulo más del dilema profesionalismo-amateurismo.

El aficionado Nehemiah

Nellemiall, imbatible en su prueba y tras haberlo conseguido todo en el atletismo -menos el título olímpico, debido al boicoteo de Moscú-80-, recibió el año pasado una suculenta oferta del fútbol profesional americano. El equipo de San Francisco le tentó con un contrato de cuatro años, a razón de 15 millones de pesetas al año, primas aparte. El recordinan no lo dudó y aceptó. Su lucha ahora está planteada para volver a participar sólo en pruebas nacionales, no en las internacionales, para las que su presidente, Primo Nebiolo, no le dará nunca permiso.

La semana pasada, en Baltimore, un tribunal se declaró incompetente para fallar sobre la reclamación de Nehemlah de ser recalificado como aficionado, aunque siguiera siendo profesional en otro deporte. El juez señaló que no se habían agotado suficientemente todos los instrumentos legales deportivos en el caso. Nehemiah, con su abogado, estuvo, pues, ayer ante el tribunal de siete miembros del Comité Olímpico de Estados Unidos, que entre hoy y mañana deberá dar su veredicto.

Un periodista declaró como testigo y recordó los veintisiete casos de atletas suspendidos en su estatuto aficionado por doping, profesionalismo (época de la troupe formada por el norteamericano O'Hara, que fracasó estrepitosamente) o por recibir dinero, y que fueron perdonados. Otros recordman mundiales, Nellemiall, su compatriota y saltador de altura Dwight Stones y su antecesor en los 110 metros vallas, el galo Guy Drut, fueron los ejemplos más famosos.

El fiscal, que dijo que la legislación de la IAAF no admite dudas y que debería ser aplicada tanto internacional como nacionalmente, fue el presidente de la Federación de Atletismo de Estados Unidos, Ollan Cassel.

El abogado de Nehemiah, que podría ganar un caso clave en la historia del deporte -aunque parece difícil-, basó su defensa en que la IAAF no debe tener competencia hasta ese nivel nacional, e hizo decir al atleta que muchos rivales con los que competía le habían confesado que, según les convenía, eran aficionados o profesionales (en baloncesto, sobre todo). Pero que nadie se fijaba en ellos porque no eran famosos.

Las medallas de Thorpe

Con la diferencia de que Nehermah quiere seguir alternando la profesionalidad en su deporte con el atletismo, es el mismo caso, setenta años más tarde, que el de Jim Thorpe, el legendario indio sioux norte americ, ano que perdió las medallas ganadas en los Juegos de Estocolmo en 1912.

Hace unos meses, el Comité Olímpico Internacional, a iniciativa de su presidente, acordó rehabilitar al atleta, que incluso murió mientras recordaba la gran tragedia de su vida y pedía que le devolvieran sus medallas. Hoy mismo, en el salón Colonnade del hotel Biltmore, se celebra la emotiva ceremonla de la devolución a los miembros de su familia de los títulos ganados por uno de los grandes atletas de la historia olímpica.

Thorpe perdió sus medallas por haber cobrado unos cuantos dólares, durante sus vacaciones, por jugar al béisbol. El dinero lo empleó en ayudar a su familia y pagarse los estudios. Nehemiah quiere seguir corriendo y saltando como si ganara miles de veces más en una profesión cualquiera, pero coincide que esta. profesión es un deporte.

La IAAF, en cambio, por medio de su presidente, el italiano Primo Nebiolo, firmó ayer dos contratos de 120 millones de pesetas cada uno; el primero por poner seis carteles de la más importante marca de bebidas refrescantes en el mundo, en el estadio olímpico de Helsinki, donde se disputarán los I Campeonatos Mundiales de Atletismo, entre el 7 y 14 de agosto próximos. El seguindo, porpermitir a otra marca de casetes japonesa figurar en los dorsales que llevarán los atletas.

La venta del aforo supondrá unos ingresos diarios de 120 millones de pesetas. El 75% está ya vendido en Finlandia y existe gran enfado en el país nórdico porque se le quitara el 25% restante para venderlo fuera. Helsinki será la gran propaganda de Los Angeles84. El atletismo de elite, como todo el deporte de alta competición, es ya un grandioso e imparable escaparate publicitario.

Críticas al tesorero

No se llegó a hablar de millones sino de miles, en los primeros puntos de la asamblea' de la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales (ACNO). Las únicas referencias millonarias fueron por parte de Peter Ueberroth, presidente del comité organizador de Los Angeles-84, al no dejar de señalar en sus breves palabras de salutación que había pagado cincuenta millones de dólares al COI para ayuda a los CON.

No dijo, en cambio, que era simplemente el 10% ya acordado de los derechos de televisión y sí recalcó que los allí presentes eran la parte más importante del olimpismo porque representaban a los atletas; y que sus juegos iban a ser distintos porque el esfuerzo caía sobre un grupo de personas, no sobre el Gobierno. Aseguró que se iban a esforzar por solucionar todos los problemas. Pero éstos seguirán a partir de hoy, pues el delegado de Libia, curiosamente, ya ha presentado una moción durísima contra el aumento del 190% de los gastos con respecto a juegos anteriores.

Ayer, sin embargo, no se llegó a hablar de los próximos juegos, pues los informes del tesorero, Anselmo López, se llevaron casi toda la tarde. Mario Vázquez Raña, el multimillonario mexicano presidente de la ACNO le echó un cable y acalló las críticas por la precipitación con que se presentaron las cuentas.

Raña, que consiguió el año pasado 407.000 dólares de la empresa privada de su país para ayuda de la ACNO, tiene dinero y ejerce a manos llenas. Aunque la crisis económica mexicana rebajó esa cantidad en un 60%, él no tuvo inconveniente en reponerla. Su poder llega hasta límites insospechados, como sacar miles de dólares de su país cuando le place.

La ayuda de Raña

Con un presidente así, la ACNO tiene garantizada su subsistencia, pues el COI ayuda cada año con 200.000 dólares, pero la intención de Raña es conseguir el 30% de los derechos de televisión. Ya maneja los fondos de solidaridad olímpica, para lo que fue nombrado como director el omnipresente Anselmo López. Este por su bondad, y el presidente por la facilidad de sacar y dar dinero, superaron fácilmente las críticas de los delegados de Hong-Kong, Indonesia, Pakistán y Estados Unidos, pues en seguida el bloque hispanoamericano se puso del lado de Anselmo López.

La ACNO ingresó el pasado año 100.000.000 pesetas y gastó 50.000.000, la mayoría en la anterior reunión de Milán, donde, no obstante, se planteó la batalla de controlar y sacar más dinero del COI. El saldo favorable es de cincuenta millones de pesetas, de los que ocho se han sacado de una cuenta a plazo fijo en el desconocido, hasta para el Comité Olímpico de Estados Unidos, First National Bank de Brownsville. Raña dijo que tenía todas sus garantías y hasta hubo aplausos. Pero lo más curioso fue al final, al criticarse ya levemente el presupuesto de 1983. Cuando los grandes gastos son las reuniones como esta de Los Angeles, el delegado de Ghana intervino para decir que en lugar de pagar el alquiler de la máquina de fotocopias en la sede de la ACNO de París, lo mejor era invertir ese dinero en comprar una.

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